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viernes, 31 de diciembre de 2021

Lección de escuela sabática 31 De diciembre

Matutina para Adultos 31/12/2021

Pablo: Reavivado por una pasión 
 viernes, 31 dic. 2021 
 El testamento de Pablo 

 No hay versículo 

 Hemos recorrido juntos la vida del apóstol Pablo y el incansable caminar misionero de este paladín de la verdad y del evangelio. Apasionado por Cristo y por la misión, motiva y genera compromiso. Su testimonio siempre me ha movilizado, y ahora aún más. Me siento deudor, y renuevo mi fe y mi esperanza.

Quiero dejarte para el final estas dos páginas. Es su testamento para ti y para todos, basado en sus propios escritos extraídos de la Biblia. 

Los dejo con Pablo, una voz de esperanza.

“Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, gracia y paz.

Señor, ¿qué quieres que yo haga? Miserable de mí. ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? Todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios, pero gracias doy a Dios, por Jesucristo quien vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. 

Indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria.

Ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús porque el justo por la fe vivirá; por eso, no me avergüenzo del evangelio, pues es poder de Dios para salvación, porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, para que andemos en vida nueva, porque todos los que son guiados por el Espíritu son hijos de Dios.

¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?, ya que somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Os ruego que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, aborreciendo lo malo, siguiendo lo bueno, pues habéis sido comprados por precio; haced todo para la gloria de Dios. 

Es hora de levantarnos del sueño, pues cada uno dará a Dios cuenta de sí y nuestra salvación está más cerca que cuando creímos. La fe viene por oír la Palabra, orando sin cesar, unánimes, amando unos a otros, gozosos en la esperanza, regocijaos en el Señor siempre y compartiendo las necesidades de los santos.

Si alguno está en Cristo, nueva criatura es; nos reconcilió y nos dio el ministerio de la reconciliación; nos consuela para consolar. Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí a fin de perfeccionar a los santos para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe, a la estatura de la plenitud de Cristo.

Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo y, habiendo acabado todo, estar firmes. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece; es el único Mediador, Sacerdote inmutable y eterno, por quien todo fue creado y todas las cosas en él subsisten. Él es también la cabeza del cuerpo que es la iglesia, porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia.

Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, no las de la Tierra, las que ojo no vio ni oído oyó ni han subido al corazón del hombre, las que Dios ha preparado para los que lo aman; por eso, ay de mí si no anunciara el evangelio.

Que el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser sea guardado irreprochable para la venida de nuestro Señor. Permanezca la fe, la esperanza y el amor. Cada uno dé como propuso en su corazón, porque Dios ama al dador alegre. Recordando que esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; cuando lo corruptible sea vestido de incorrupción y esto mortal de inmortalidad. 

Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones, pues está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el Juicio. Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos.

jueves, 30 de diciembre de 2021

Lección de escuela sabática 30 de diciembre

Matutina para Adultos 30/12/2021

Pablo: Reavivado por una pasión 
 jueves, 30 dic. 2021 
 Ayudados para ayudar 

 “No te desampararé ni te dejaré. Así que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre” (Hebreos 13:5, 6). 

 Conocí a Mirta en 1998. Era y es una mujer luchadora y apasionada por sus hijos. En 1995, Nicolás, su hijo menor, había comenzado a padecer mucho dolor en su pierna. Después de semanas de estudios médicos, se confirmó que se trataba de una enfermedad llamada Perthes, que produce una necrosis en la cabeza del fémur. El diagnóstico médico indicaba que Nicolás debía utilizar una prótesis y sus posibilidades de volver a caminar eran mínimas. 

Tal noticia golpeó fuertemente a la familia. Nicolás pasó tres meses en cama. Mirta sufrió depresión. La situación económica se hizo crítica y, en esas circunstancias, un amigo adventista se acercó a orar por ellos. En su fragilidad, ellos comprobaron la maravillosa presencia de Jesús, el Ayudador siempre pendiente de sus ovejas. Después de tres meses postrado, Nicolás se levantó con la ayuda de muletas, las que lo acompañarían los siguientes tres años. 

Las muletas tan solo fueron un apoyo para su cuerpo, pero la Palabra de Dios fue sustento para su vida y la de su familia. Pasó el tiempo, y llegó la hora de la cirugía. Una junta de medicos se reunió en los días previos para evaluar el caso de Nicolás, y notaron algo impensado: el hueso estaba creciendo “milagrosamente” dentro de la cadera sin ninguna explicación médica. La intervención quirúrgica no fue necesaria. La intervención divina fue poderosa. 

El jueves 26 de noviembre de 1998, Nicolás y su mamá fueron a un control... ¡y resultó ser el último! Al sábado siguiente, tuve la alegría de bautizar a Nicolás, quien junto con su madre, Mirta, se entregó al Ayudador que nunca desampara. Poco después se bautizaron la tía y la abuela. Y tres años más tarde ocurrió un nuevo milagro: Javier, el hermano de Nicolás, abandonaba su banda de rock para unirse a la “banda del Señor”. 

Durante ocho años, hasta que la iglesia de su localidad consiguiera un lugar definitivo, la casa de Mirta fue el templo. Todos los ambientes de la casa fueron también las dependencias de la iglesia; y en el patio funcionaba el Club de Conquistadores. 

Hoy Nicolás, aquel niño destinado a estar postrado antes los hombres, se postra ante Dios y corre llevando el evangelio como un bendecido líder y pastor adventista, al igual que Javier. Mirta, agradecida con su Ayudador, sigue ayudando a los jóvenes, en una institución educativa adventista. 

¡Gracias, Señor, por ser nuestro Ayudador! ¡Ayúdanos para que vivamos ayudando!

miércoles, 29 de diciembre de 2021

Lección de escuela sabática 29 de diciembre

Matutina para Adultos 29/12/2021

Pablo: Reavivado por una pasión 
 miércoles, 29 dic. 2021 
 “Él me salvó, él me salvó” 

 “Por eso, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas, y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado. Seguid la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor” (Hebreos 12:12-14). 

 Las manos caídas y las rodillas paralizadas indican cansancio, desánimo e inactividad. Esto es lo opuesto a paciencia y perseverancia, indispensables para la carrera cristiana victoriosa. Por eso, Pablo presenta órdenes originadas en la gracia de Dios a fin de mantener una fe viva y un testimonio eficaz. 

“La paciencia y el gozo de Pablo, su ánimo y su fe durante su largo e injusto encarcelamiento, eran un sermón continuo. Su espíritu, tan diferente del espíritu del mundo, testificaba que moraba en él un poder superior al terrenal. Y, por su ejemplo, los cristianos fueron impelidos a defender con mayor energía la causa” (Elena de White, Los hechos de los apóstoles, p. 370).

De este modo, apela a seguir la paz y la santidad. La paz es con todos; la santidad, con el Señor. Así, el hijo de Dios es responsable de vivir en, por y para que la gracia de Dios llegue a todos. 

El 12 de marzo de 2019, Samuel Melquiades estuvo con nosotros en una reunión de líderes misioneros de toda la División Sudamericana realizada en la sede de Nuevo Tiempo. Él era un apasionado del Club de Conquistadores y de la Escuela Sabática, tanto que hacía diseños que resumían diariamente el mensaje de la Escuela Sabática. Yo mismo era uno de los que colocaba en las redes sociales todos sus gráficos.

Al día siguiente, la Escuela Estadual Professor Raúl Brasil (en Suzano, San Pablo), en la que estudiaba Samuel, fue atacada a tiros por dos ex alumnos. Gersialdo, el padre de Samuel, estaba acompañando a su hija menor a una consulta médica, cuando fue alertado de la tragedia. De inmediato fueron al lugar, y se encontraron con muchos padres angustiados. Uno a uno, los chicos salieron de la escuela, pero Samuel nunca salió. Una madre, con su hija llorando y su ropa manchada de sangre, se acercó al padre de Samuel. “Él me salvó, él me salvó”, decía la joven. Sí, Samuel se había interpuesto entre las balas asesinas, y salvó dos vidas, pero no pudo salvar la suya. 

Unas 10.000 personas acompañaron el sepelio de este misionero de 16 años que dio su vida para que otros pudieran vivir. Su padre pudo testificar en varios medios un mensaje de fe y esperanza. Esta historia es real y conmovedora, y debería movilizarnos a todos.

Como Pablo y como Samuel, debemos estar dispuestos a dar la vida para salvar vidas, porque Jesús nos salvó para salvar.

martes, 28 de diciembre de 2021

Lección de escuela sabática 28 de diciembre

Matutina para Adultos 28/12/2021

Pablo: Reavivado por una pasión 
 martes, 28 dic. 2021 
 Al ritmo de Dios 

 “Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe” (Hebreos 12:1, 2). 

 En Hebreos 12, el apóstol Pablo exhorta a la perseverancia en la fe, la paciencia y la piedad. Presenta la superioridad de la Nueva Alianza sobre la antigua. Compara la vida piadosa y de fe con una gran carrera que requiere disciplina y hace un llamado de alerta contra la incredulidad.

Estamos en una gran competencia espiritual, y necesitamos ser fieles. Esto es posible mirando únicamente a Cristo, origen, motivo y objetivo de nuestra fe. Fue él quien soportó sufrimiento y murió en la Cruz a fin de que nuestra fe esté cimentada sobre una base sólida.

“Ninguno que cumpla con las condiciones se chasqueará al fin de la carrera. Ninguno que sea ferviente y perseverante dejará de tener éxito. El santo más débil, tanto como el más fuerte, puede llevar la corona de gloria inmortal. Puede ganarla todo el que, por el poder de la gracia divina, pone su vida en conformidad con la voluntad de Cristo. La recompensa dada a los que venzan estará en proporción con la energía y el fervor con que hayan luchado” (Elena de White, Los hechos de los apóstoles, p. 252).

Dios nos disciplina porque nos ama y nos hace crecer en la dependencia de él. Nos exhorta a buscar la paz con todos, sin seguir el ejemplo de Esaú, que despreció el derecho y el privilegio de la primogenitura. Nos advierte de los terribles resultados de la incredulidad y del juicio de Dios. 

En los momentos críticos ocasionados por la pandemia de la COVID-19, la prensa se hizo eco de una noticia diferente. Suzanne Hoylaerts, una belga de noventa años, falleció por la acción del virus porque renunció al uso del respirador. Fue una acción altruista porque quería que el aparato fuera utilizado para salvar a otros. Ella dijo: “No quiero usar respirador artificial. Guárdalo para los pacientes más jóvenes. Yo ya he tenido una buena vida”. Lamentablemente, Suzanne murió el 22 de marzo de 2020 de neumonía y por la falta de oxígeno. 

En las redes sociales, muchos lamentaron el fallecimiento y la calificaron de heroína. Su historia es un ejemplo de solidaridad y bondad. Emociona y compromete.

¿Cuántas personas están necesitando un equipo respirador en este mundo falto de oxígeno? ¿Cuán dispuesto estás en tener una vida altruista, solidaria y bondadosa? ¿Cuán dispuestos estamos a dar algo, mucho o toda nuestra vida para que otros vivan?

Vive despojándote de todo peso y pecado, y corre con paciencia al ritmo de Dios, con la vista permanente en Jesús.

lunes, 27 de diciembre de 2021

Lección de escuela sabática 27 de diciembre

Matutina para Adultos 27/12/2021

Pablo: Reavivado por una pasión 
 lunes, 27 dic. 2021 
 A la fiesta de Dios 

 “Porque Dios tenía reservado algo mejor para nosotros, para que no fueran ellos perfeccionados aparte de nosotros” (Hebreos 11:40). 

 Abel percibió la promesa de un Redentor e hizo las cosas a la manera de Dios. Enoc se convirtió en amigo de Dios y se fue a vivir con él. El arca fue un testimonio de la fe de Noé en Dios. Abraham y su familia salieron y siguieron obedientes la ruta de Dios. Moisés rechazó honores y el poder del momento, debido a su confianza en el elevado destino que Dios les había señalado a él y a su pueblo. Rahab, convertida y refugiada en la sangre de Jesús, llegó a ser parte de la genealogía registrada por Mateo como uno de los honorables progenitores de Cristo.

¿Qué más puede decir Pablo? El tiempo faltaría para hablar de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, así como de Samuel y de los profetas. Todos ellos, por fe, conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros. Experimentaron oprobios, azotes, prisiones, cárceles, apedreamiento, ser aserrados y muerte (Heb. 11:32-39).

Pablo no pretende enumerar a todos los fieles de todos los tiempos; tan solo destacar que la fe y la fidelidad son esenciales para la paciente y comprometida espera de la venida del Señor. 

Los identificados y los no identificados no tienen aún “lo prometido”, pero ya recibieron el testimonio de Dios de que su fe será galardonada. La celebración espera hasta el fin. Los fieles del pasado y los del presente aguardan la promesa del futuro. Una multitud atravesará los portales de la Resurrección y serán los primeros del desfile victorioso, seguidos por los vivos transformados. 

La fe crece oyendo su Palabra y hablando con su Autor. No es un lujo para unos pocos, sino una necesidad para todos. “Es privilegio de cada cristiano no solo esperar sino apresurar la venida del Salvador. Por la fe podemos estar en el umbral de la Ciudad Eterna, y oír la bondadosa bienvenida dada a los que en esta vida cooperan con Cristo” (Elena de White, Los hechos de los apóstoles, pp. 479, 480). 

La galería de los héroes de la fe está incompleta. Aún hay lugar. El Dueño del Universo aguarda por ti y por todos los que, por su gracia, llevarás a la fiesta de los fieles.

domingo, 26 de diciembre de 2021

Lección de escuela sabática 26 de diciembre

Matutina para Adultos 26/12/2021

Pablo: Reavivado por una pasión 
 domingo, 26 dic. 2021 
 Al propósito de Dios 

 “Por la fe Moisés [...] fue escondido [...] rehusó [...] prefiriendo [...] teniendo por mayores riquezas el oprobio de Cristo [...] puesta la mirada en la recompensa. Por la fe dejó a Egipto [...] se sostuvo como viendo al Invisible” (Hebreos 11:24-27). 

 Moisés fue hijo de Amram y Jocabed, padres llenos de fe en Dios. Escondido del Imperio y refugiado en el Señor, la princesa que lo rescató del río lo llamó “Hapimosis”, o “Irumosis”; es decir, “el nacido o sacado del Nilo”. Cuando Moisés rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, eliminó la referencia a un dios egipcio “Hapi” o “Iru” y quedó solo como Moisés; listo para vivir una vida de fe.

Al acostar a Moisés en un arca de juncos y ponerlo en el Nilo, Jocabed estaba cumpliendo con la exigencia pagana de ofrecer a todo hijo varón como sacrificio al río, al que los egipcios adoraban como dios. Moisés, flotando en su pequeña cesta, fue considerado por la princesa como un don de los dioses. Así, ella lo tomó como un hijo y contrató a la propia madre de Moisés como su nodriza.

Como hijo adoptivo, Moisés tenía acceso a una vida de comodidades, privilegios, posición, prestigio, riqueza y poder. Como príncipe real, fue educado en la sabiduría de los egipcios, sus letras, ciencia, religión, liderazgo, administración y mando militar. Su mente sobresaliente lo llevó a ser el orgullo de la nación. Su aspecto pudo haber parecido egipcio pero su corazón siempre fue hebreo. Su fe, su lealtad y su devoción siempre fueron a Jehová. Su esperanza era librar a Israel por la fuerza de las armas. Arriesgó todo, pero fracasó. Derrotado y desalentado, se transformó en fugitivo y desterrado en un país extraño.

“Moisés gastó cuarenta años pensando que era alguien, cuarenta años aprendiendo que no era nadie y cuarenta años descubriendo lo que Dios puede hacer con aquel que sabe que es nadie” (D. L. Moody). Por eso, en los desiertos de Madián como pastor de ovejas, aprendió humildad, dependencia, dominio propio, sabiduría, austeridad y sencillez. 

Dios siempre recompensa en el tiempo justo la fe verdadera de sus hijos. Moisés puso lo imperecedero por sobre lo perecedero; y lo invisible, por sobre lo visible. Por eso, alcanzó lo imposible. La fe permitió que tanto él como su pueblo pudieran salir de la esclavitud y la muerte hacia la liberación y la vida.

El cuerpo momificado del faraón que ocupó el lugar de Moisés tiene un lugar de distinción en el Museo de El Cairo. Por su compromiso de fe, Moisés perdió ese lugar. Por la gracia del Señor, aunque pasó por el descanso de la muerte, ha resucitado y vive en el Palacio de la nueva Jerusalén.

sábado, 25 de diciembre de 2021

No a las fiestas paganas

𝗟𝗔 𝗩𝗘𝗥𝗗𝗔𝗗 𝗣𝗥𝗘𝗦𝗘𝗡𝗧𝗘, 27 𝗗𝗘 𝗝𝗨𝗟𝗜𝗢 𝗗𝗘 1893

𝗖𝗢𝗦𝗧𝗨𝗠𝗕𝗥𝗘𝗦 𝗣𝗔𝗚𝗔𝗡𝗔𝗦.
En el eco del 13 de julio, un corresponsal quien firma, "M. A. (Oxon), "y quien fue criado en la Iglesia romana da el siguiente relato de" el origen de las dos fiestas principales de la Iglesia romana, a saber, ➡𝙎𝙚𝙢𝙖𝙣𝙖 𝙎𝙖𝙣𝙩𝙖 𝙮 𝙉𝙖𝙫𝙞𝙙𝙖𝙙, 𝙦𝙪𝙚 𝙩𝙖𝙢𝙗𝙞é𝙣 𝙝𝙖𝙣 𝙨𝙞𝙙𝙤 𝙖𝙙𝙤𝙥𝙩𝙖𝙙𝙖𝙨 𝙥𝙤𝙧 𝙡𝙤𝙨 𝙥𝙧𝙞𝙣𝙘𝙞𝙥𝙖𝙡𝙚𝙨 𝙨𝙞𝙨𝙩𝙚𝙢𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙘𝙧𝙞𝙨𝙩𝙞𝙖𝙣𝙙𝙖𝙙 ". La explicación es la misma que dan todos los historiadores eclesiásticos; pero la repetición de la misma puede llevar a alguien a preguntar cómo se observan los festivales paganos. puede ser parte de la cristiandad Si la observancia de las ceremonias paganas no es paganismo, ¿cuál sería?
Pero aquí está el artículo: - "LA PALABRA INGLESA PASCUA (𝘚𝘌𝘔𝘈𝘕𝘈 𝘚𝘈𝘕𝘛𝘈) SE DERIVA ➡DIRECTAMENTE DE LA PALABRA CALDEA ISHTAR, OTRO NOMBRE DE ASTARTE O ASHTORETH, LA dios DE LOS FILISTEOS, SIDONIOS Y OTRAS NACIONES PAGANAS; EL NOMBRE FUE ENCONTRADO POR LAYARD EN LOS MONUMENTOS ASIRIOS. (Véase "Babilonia y Nínive" de Layard, p. 629.) "Si Eostre, como comentario correspondiente, es el nombre de una diosa sajona, no cabe duda de que es idéntico Con o una transformación de Ishtar, y se originó en Babilonia, ➡LA MADRE Y LA FUENTE DE TODOS LOS SISTEMAS IDÓLATRAS DE LA ANTIGÜEDAD.
"Una prueba más y más concluyente del origen puramente babilónico, NO SOLO DE LA PALABRA PASCUA (𝘚𝘌𝘔𝘈𝘕𝘈 𝘚𝘈𝘕𝘛𝘈), SINO TAMBIÉN DE LOS RITOS IDÓLATRAS Y SUPERSTICIOSAS CEREMONIAS RELACIONADAS CON LA FIESTA DE LA PASCUA (𝘚𝘌𝘔𝘈𝘕𝘈 𝘚𝘈𝘕𝘛𝘈) EN LA IGLESIA ROMANA, ES EL HECHO DE QUE LOS FIELES DE LA dios BABILÓNICA OBSERVARON UNA CUARESMA DE CUARENTA DÍAS. Tal Cuaresma de cuarenta días, en la primavera del año, todavía es observada por los yezidíes o paganos adoradores del diablo de Koordistan, que lo han heredado de sus primeros maestros, los babilonios. Falta de espacio me prohíbe dar más interesante detalles sobre la propagación de estos babilónico idolatrías a países lejanos, como México, donde Humboldt descubrió que se HABÍAN PRACTICADO DESDE LOS PRIMEROS TIEMPOS, etc.

"Otro hecho más notable es que EN LOS SIGLOS TERCERO Y CUARTO EL FESTIVAL QUE AHORA SE OBSERVA CON EL NOMBRE DE PASCUA (𝘚𝘌𝘔𝘈𝘕𝘈 𝘚𝘈𝘕𝘛𝘈) SE LLAMABA PASCH, AL IGUAL QUE EN LA MAYORÍA DE LOS PAÍSES EUROPEOS EN LA ACTUALIDAD, COMO ITALIA, ESPAÑA, PORTUGAL, DINAMARCA, SUECIA, ETC. Tampoco había en ese momento la observancia de una Cuaresma de cuarenta días. Sin embargo, ➡EN EL SIGLO V, CUANDO EL PAPADO SE HABÍA CORROMPIDO POR COMPLETO, TODO ESTO CAMBIÓ Y SE DIERON PASOS RÁPIDOS.
Se hicieron en la introducción de ritos paganos e idolatrías abominables, de modo que en la actualidad una iglesia católica romana apenas se puede distinguir de una pagoda china con sus diez mil ídolos.
➡"𝙉𝘼𝙑𝙄𝘿𝘼𝘿". 𝙀𝙣 𝙚𝙡 𝙨𝙤𝙡𝙨𝙩𝙞𝙘𝙞𝙤 𝙙𝙚 𝙞𝙣𝙫𝙞𝙚𝙧𝙣𝙤, 𝘾𝙀𝙇𝙀𝘽𝙍𝘼𝙍𝙊𝙉 𝙀𝙉 𝙇𝘼 𝙍𝙊𝙈𝘼 𝙋𝘼𝙂𝘼𝙉𝘼 𝙇𝘼 𝙁𝙄𝙀𝙎𝙏𝘼 𝘿𝙀 𝙎𝘼𝙏𝙐𝙍𝙉𝙊, 𝙀𝙇 𝙙𝙞𝙤𝙨 𝘿𝙀𝙇 𝙎𝙊𝙇 𝙊 𝘽𝘼𝘼𝙇 𝘿𝙀 𝙇𝙊𝙎 𝘽𝘼𝘽𝙄𝙇𝙊𝙉𝙄𝙊𝙎. 𝙀𝙎𝙏𝘼 𝙁𝙄𝙀𝙎𝙏𝘼, 𝙎𝙀𝙂Ú𝙉 𝙇𝙊 𝙍𝙀𝙂𝙐𝙇𝘼 𝘾𝘼𝙇Í𝙂𝙐𝙇𝘼, 𝘿𝙐𝙍Ó 𝘾𝙄𝙉𝘾𝙊 𝘿Í𝘼𝙎; 𝙎𝙀 𝘿𝙄𝙀𝙍𝙊𝙉 𝙍𝙄𝙀𝙉𝘿𝘼𝙎 𝙎𝙐𝙀𝙇𝙏𝘼𝙎 𝘼 𝙇𝘼 𝙀𝙈𝘽𝙍𝙄𝘼𝙂𝙐𝙀𝙕 𝙔 𝙇𝘼 𝙅𝙐𝙀𝙍𝙂𝘼. Esta fue precisamente la forma en que, según Berosus, el festival de borrachos del mes Thebeth, respondiendo A NUESTRO DICIEMBRE, en otras palabras, el festival de Baco, se celebró en Babilonia; y muchas de las otras celebraciones todavía se mantuvieron así llamadas tierras cristianas vinieron del mismo barrio. "Las velas, en algunas partes de Inglaterra, se encendieron en Noche buena y utilizado mientras dure la temporada festiva, fueron igualmente iluminados por los paganos en la víspera de la fiesta del dios babilónico, para hacerle honor; porque era uno de los DISTINTIVO PECULIARIDADES DE SU CULTO PARA TENER ENCENDIERON VELAS DE CERA EN SUS ALTARES. ➡𝙀𝙇 Á𝙍𝘽𝙊𝙇 𝘿𝙀 𝙉𝘼𝙑𝙄𝘿𝘼𝘿, 𝘼𝙃𝙊𝙍𝘼 𝙏𝘼𝙉 𝘾𝙊𝙈Ú𝙉 𝙀𝙉𝙏𝙍𝙀 𝙉𝙊𝙎𝙊𝙏𝙍𝙊𝙎, 𝙀𝙍𝘼 𝙄𝙂𝙐𝘼𝙇𝙈𝙀𝙉𝙏𝙀 𝘾𝙊𝙈Ú𝙉 𝙀𝙉 𝙇𝘼 𝙍𝙊𝙈𝘼 𝙋𝘼𝙂𝘼𝙉𝘼 𝙔 𝙀𝙇 𝙀𝙂𝙄𝙋𝙏𝙊 𝙋𝘼𝙂𝘼𝙉𝙊.
"SE PODRÍAN DAR MUCHAS MÁS PRUEBAS IRREFUTABLES DE LA IDENTIDAD ABSOLUTA DE ESTE SUPUESTO FESTIVAL CRISTIANO CON EL FESTIVAL OBSERVADO ➡𝙀𝙉 𝙇𝘼 𝙈𝙄𝙎𝙈𝘼 É𝙋𝙊𝘾𝘼 𝘿𝙀𝙇 𝘼Ñ𝙊 𝙀𝙉 𝘽𝘼𝘽𝙄𝙇𝙊𝙉𝙄𝘼 𝘿𝙀 𝘼𝙉𝙏𝘼Ñ𝙊, 𝙔 𝙀𝙉 𝙇𝘼 𝙍𝙊𝙈𝘼 𝙋𝘼𝙂𝘼𝙉𝘼 𝙔 𝙀𝙇 𝙀𝙂𝙄𝙋𝙏𝙊 𝙋𝘼𝙂𝘼𝙉𝙊"
Ref. Pág 7, Pár.3; Pág 8 Pár. 1

𝗥𝗘𝗙𝗘𝗥𝗘𝗡𝗖𝗜𝗔:
http://documents.adventistarchives.org/Periodicals/PT/PT18930727-V09-17.Pdf

Lección de escuela sabática 25 de diciembre

Matutina para Adultos 24/12/2021

Pablo: Reavivado por una pasión 
 sábado, 25 dic. 2021 
 Al pedido de Dios 

 “Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac: el que había recibido las promesas, ofrecía su unigénito, habiéndosele dicho: ‘En Isaac te será llamada descendencia’ ” (Hebreos 11:17, 18). 

 Dios le pidió a la primera pareja que tuviera hijos y se multiplicaran. Dios le pidió a Noé que generara hijos. Dios le prometió descendencia a Abraham, y ¡no se la daba! Su edad y la infertilidad de Sara, su mujer, parecían impedir el cumplimiento de la promesa. Sin embargo, la promesa, a su tiempo, se cumplió.

Ahora bien, surge algo muy extraño. Cuando Isaac es ya un joven, Dios le pide a Abraham que lo ofrezca en sacrificio. ¿Por qué querría Dios quitarle a su hijo si él mismo se lo había dado?

Abraham obedece el pedido divino. Isaac también, y “se somete al sacrificio porque cree en la integridad de su padre. Pero, cuando todo está listo, cuando la fe del padre y la sumisión del hijo están plenamente probadas, el ángel de Dios detiene la mano levantada de Abraham y le dice que es suficiente: ‘Ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único’ ” (Elena de White, A fin de conocerle, p. 22). De este modo, Isaac era un símbolo del Hijo de Dios, que sería dado en sacrificio por los pecados del mundo.

Hoy es Navidad, y la cristiandad celebra el nacimiento de Cristo, aunque sabemos que no es la fecha correcta. El niño nació, para ocupar el lugar de Isaac y el nuestro. La Biblia dice que cuando Jesús nació los sabios de oriente hicieron un largo viaje, llevando presentes para el niño. El incienso era utilizado en rituales religiosos. La mirra era una resina extraída de un árbol, usada con el fin de preparar los cuerpos para la sepultura. El oro era símbolo de realeza. Así, el recién nacido fue homenajeado y reconocido como Sacerdote, Salvador y Rey. 

“Los magos trajeron al Salvador las cosas más valiosas que tenían […] nos dieron ejemplo. Muchos obsequian regalos a sus amigos, pero no tienen nada para el Amigo celestial de quien reciben todas las bendiciones. No debemos obrar así, sino reservar para Cristo lo mejor de todo lo que tenemos: de nuestro tiempo, nuestro dinero y nuestro amor” (Elena de White, Cristo nuestro Salvador, p. 17).

El Cielo dio. El Padre dio. El Hijo dio. Los sabios dieron. Hoy te propongo una Navidad diferente: una que implique regalarte por entero a Jesús, recociéndolo como Sacerdote, Salvador y Rey con el oro de tu fe y tu amor, con el incienso de tus oraciones y con la mirra de tu testimonio.

viernes, 24 de diciembre de 2021

Matutina para Adultos 23/12/2021

Pablo: Reavivado por una pasión 
 viernes, 24 dic. 2021 
 A la orden de Dios 

 “Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvaría; y por esa fe condenó al mundo y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe” (Hebreos 11:7). 

 D y D son una pareja de misioneros en uno de los lugares más desafiantes del mundo, donde nadie quiere ir, a menos que te sientas llamado por Dios. En ocasión de realizar una visita ministerial de apoyo, los visitantes sobrevolaron el Monte Ararat, de 5.137 metros de altura, y recordaron la historia de Noé. Él y su familia, ocho personas en total, estuvieron en ese mismo lugar como los únicos en toda la faz de la Tierra (Gén. 8:13). 

La emoción embargó a D y D al recibir a los pastores. Ellos habían dejado todo, incluso a su familia no adventista. Antes de salir al campo misionero, la madre de D pidió a su hija que le enseñara a orar, así podría pedir a Dios por ellos. Así como Noé, D y D escucharon y obedecieron.

Noé había invertido todo en la construcción del arca. Pasado el diluvio, Dios lo hizo dueño de todo. Lo primero que hizo Noé al salir del arca fue edificar un altar para adorar a Dios. La gratitud se apoderó de sus corazones porque Dios recomenzó la historia humana con la familia que preservó nuestra raza, porque confiaron y actuaron en consecuencia. 

“En esto había una lección para las futuras generaciones. Noé había tornado a una Tierra desolada; pero antes de preparar una casa para sí construyó un altar para Dios. Su ganado era poco, y había sido conservado con gran esfuerzo. No obstante, con alegría dio una parte al Señor, en reconocimiento de que todo era de él” (Elena de White, Patriarcas y profetas, p. 96).

Según Dave Kraft, una investigación de la publicación USA Today descubrió que si la mayoría de las personas le pudieran hacer una pregunta a Dios sería esta: “¿Cuál es mi propósito en la vida?” Noé lo supo muy bien: obedecer a Dios. La fe de Noé influyó en su mente y escuchó la advertencia de Dios. Su corazón fue movido a temer, a confiar y a hacer su voluntad, aunque parecía ridículo construir un arca sin antecedentes de lluvia. 

La fe de Noé influyó en toda su familia, y todos fueron salvos. Su fe también condenó a todo el mundo, porque puso en evidencia la incredulidad de ellos al rechazar su mensaje y desperdiciar la oportunidad que Dios les concedió con 120 años de predicación. 

Noé significa “consuelo” y “consolación”. Él fue consolado para consolar. El descubrió y cumplió un propósito para la vida. ¿Lo descubriste tú?

jueves, 23 de diciembre de 2021

Lección 13 | Jueves 23 de diciembre LA RESURRECCIÓN DE TODOS NOSOTROS

Con la luz superadora del Nuevo Testamento, la exclusión de Moisés de la Tierra Prometida no parece un gran castigo, al fin y al cabo. En lugar de una Canaán terrenal y más adelante una Jerusalén terrenal (que durante toda su  historia  conocida  ha sido  un  lugar de  guerra,  conquista  y sufrimiento), “Jerusalén la celestial” (Heb. 12:22) es, incluso ahora, su hogar. ¡Una morada mucho mejor, de seguro! Moisés es el primer ejemplo bíblico de la resurrección de los muertos que se conozca. Enoc fue llevado al cielo sin haber visto la muerte (Gén. 5:24), y Elías también (2 Rey. 2:11),  pero hasta  donde llega el  registro escrito,  Moisés fue el primero en haber resucitado a la vida eterna. No sabemos cuánto tiempo Moisés durmió en la tierra, pero en lo que a él respecta,  tampoco  importa.  Él  cerró  los  ojos  al  morir,  y  si  fueron  tres  horas o  trescientos  años,  para  él  fue lo  mismo. También es  lo  mismo  para  todos los muertos a lo largo de la historia; la experiencia de ellos, al menos en lo que respecta a estar muertos, no será diferente de la de Moisés. Cerramos los ojos al morir, y lo siguiente que sabremos es la segunda venida de Jesús o, desgraciadamente, el Juicio Final (ver Apoc. 20:7-15). Lee 1 Corintios 15:13 al 22. ¿Qué gran promesa tenemos aquí, y por qué las palabras de Pablo tienen sentido solo si entendemos que los muertos duermen en Cristo hasta la resurrección? Sin la esperanza de la resurrección, no tenemos ninguna esperanza. La resurrección de Cristo es la garantía de la nuestra; habiendo “efectuado la purificación de nuestros pecados” (Heb. 1:3) en la Cruz como nuestro Cordero sacrificial, Cristo murió y resucitó de entre los muertos y, a causa de su resurrección, tenemos la garantía de nuestra resurrección, siendo Moisés el primer ejemplo de un ser humano caído y resucitado de entre los muertos. Como consecuencia de lo que Cristo haría, Moisés resucitó; y por causa de lo que Cristo ha hecho, nosotros también resucitaremos. A pesar de que al final flaqueó, podemos encontrar en Moisés un ejemplo de salvación por fe, fidelidad y confianza en Dios. Y, en todo el libro de Deuteronomio, podemos ver a  Moisés procurando  llamar al pueblo  de  Dios a una fidelidad similar. También nosotros, que estamos en la frontera de la Tierra Prometida, recibimos el mismo llamado. ¿No es este mismo Dios el que nos llama a la fidelidad? ¿Qué podemos hacer para asegurarnos de no cometer los mismos errores que Moisés advirtió en Deuteronomio?

Matutina para Adultos 23/12/2021

Pablo: Reavivado por una pasión 
 jueves, 23 dic. 2021 
 Al paso de Dios 

 “Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuera traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios” (Hebreos 11:5). 

 Un hacendado que poseía tierras a lo largo del litoral del Sur Atlántico buscaba un empleado. Una misión no fácil, por las tempestades que barrían aquella región, haciendo estragos en las construcciones y las plantaciones. Finalmente, un hombre pequeño aceptó el ofrecimiento. Respondiendo a las preguntas de rigor, respecto de su experiencia y su disposición, contestó con un “puedo dormir incluso cuando sopla el viento”.

El hacendado estaba muy satisfecho con su trabajar responsable. Hasta que, una noche, el viento sopló fuertemente. El hacendado buscó rápidamente a su empleado, pues una gran tormenta se avecinaba, pero él estaba durmiendo.

El propietario salió a recorrer y descubrió que todo estaba en orden, la cosecha cubierta con lonas firmemente atadas al suelo. Los animales estaban protegidos, y todas las puertas y las ventanas muy bien trabadas. Entonces entendió lo que significaba: “Puedo dormir cuando sopla el viento”. No dormía por falta de responsabilidad, sino por seguridad y confianza.

Estamos viviendo días tormentosos. Los vientos están soplando por doquier. En consecuencia, hay preocupación y angustia. Las crisis pueden revelar la desesperación o la confianza, pero los que logran caminar como Enoc tienen fuerzas diferentes. La experiencia de quien caminaba al paso de Dios puede ser también la nuestra. 

¿Qué es caminar con Dios? Es tenerlo presente y estar en armonía con la voluntad de Dios. Enoc mantuvo intimidad con Dios. Su nombre significa “dedicado”, “disciplinado”. Por esto, Enoc pudo caminar en santidad ante Dios por trescientos años. La caminata de Enoc con Dios ocurría en todos los deberes de la vida diaria. No se convirtió en un ermitaño. Caminó con Dios, pero cumplió sus deberes en su familia y en sus relaciones como amigo y ciudadano.

Normalmente, nosotros caminamos con alguien cuando ese alguien es necesario en nuestra vida. ¿Es Dios completamente necesario para ti? ¿O es solo un accesorio que usas el sábado, durante el culto, y luego lo desechas? ¿Es Dios tu amigo, hasta el punto de que a menudo merece una buena caminata contigo, de tal forma que dedicas tiempo leyendo su Palabra?

Enoc caminó con Dios, creyendo en su existencia, reconociendo su necesidad, profundizando la amistad, fortaleciendo la comunicación y perseverando en la esperanza.

Habían pasado tres siglos tan exultantes juntos que Dios quería que fueran una eternidad; por eso, Enoc “desapareció, porque se lo llevó Dios”. Tanto en la Tierra como en el cielo, Enoc caminaba y camina al paso de Dios. 

miércoles, 22 de diciembre de 2021

Miércoles 22 de diciembre LA RESURRECCIÓN DE MOISÉS

Miércoles  22  de  diciembre LA RESURRECCIÓN DE MOISÉS  “Y murió allí Moisés siervo de Jehová, en la tierra de Moab, conforme al dicho  de  Jehová.  Y  lo  enterró  en  el  valle,  en  la  tierra  de  Moab,  enfrente  de Bet-peor; y ninguno conoce el lugar de su sepultura hasta hoy” (Deut. 34:5, 6). Por lo tanto, con estos pocos versículos, Moisés, tan crucial en la vida de Israel, un hombre cuyos escritos perduran, no solo en Israel, sino también en la iglesia y en las sinagogas en la actualidad, murió. Moisés murió, fue sepultado, el pueblo hizo luto, y eso fue todo. Por cierto, el principio de las palabras de Apocalipsis se aplica aquí: “Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen” (Apoc. 14:13). Sin embargo, la muerte de Moisés no fue el capítulo final de la historia de su vida. Lee Judas 9. ¿Qué sucede aquí y cómo ayuda este versículo a explicar la presencia de Moisés más adelante en el Nuevo Testamento? Aunque solo tenemos un atisbo, qué escena increíble se describe aquí. Miguel, Cristo mismo, disputó con el diablo sobre el cuerpo de Moisés. ¿Cómo es esto? No cabe duda de que Moisés era pecador; de hecho, el último pecado que se le conoce, asumir como propia la gloria que era de Dios, era el mismo tipo de pecado (“Sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo” [Isa. 14:14]) que hizo que el mismo Lucifer fuera arrojado del cielo en primer término. La disputa sobre su cuerpo debió de haberse motivado porque Cristo ahora estaba reclamando para Moisés la resurrección prometida. Pero ¿cómo pudo Cristo hacer eso por un pecador como Moisés, que había violado su Ley? La respuesta, por supuesto, solo podría ser la Cruz. Así como todos los sacrificios de animales apuntaban a la futura muerte de Cristo, obviamente el Señor ahora, anticipando la Cruz, ordenó que el cuerpo de Moisés resucitara. “Como consecuencia del pecado, Moisés había caído bajo el  dominio de Satanás. Por sus propios méritos, era legalmente cautivo de la muerte; pero fue resucitado a la vida inmortal por el derecho que tenía a ella en el nombre del Redentor. Moisés salió  de la tumba glorificado, y ascendió con su Libertador a la Ciudad de Dios” (PP  512). ¿Cómo nos ayuda este relato a comprender la profundidad del plan de salvación: que incluso antes de la Cruz fuese Moisés a la vida eterna?

Matutina para Adultos 22/12/2021

Pablo: Reavivado por una pasión 
 miércoles, 22 dic. 2021 
 ¡A la manera de Dios! 

 “Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella” (Hebreos 11:4). 

 La fe no es un producto de nuestras manos, mente o corazón. No. La fe es nuestra respuesta fiel al Señor. Fe es la plena seguridad de que Dios cumple lo que ha prometido, y el testimonio de Dios atestiguando y reconociendo la validez y la veracidad de tal fe, que se refleja en una vida de fidelidad. 

La fe es práctica, y va más allá de la definición. Para entender y crecer en la fe hay que caminar con los fieles, porque la fe “capacita al creyente para ver lo futuro como si fuera presente y lo invisible como si fuera visible” (J. Oswald Sanders).

Abel experimentó una fe a la manera de Dios. El nombre “Abel” significa “soplo, aliento, transitoriedad, en referencia a la brevedad de su existencia”. De hecho, un solo incidente de su vida fue registrado en la Biblia, y dejó marcas para toda la historia. Una ofrenda que contó con la aprobación del Cielo, porque fue la respuesta al pedido divino. Cuantitativamente, la ofrenda de Caín hasta pudo ser mayor, pero no era lo que Dios había pedido.

El ser una ofrenda de lo mejor del rebaño evidenciaba fe en el Redentor prometido, el verdadero Cordero de Dios que quitaría el pecado del mundo. El derramamiento de sangre era un reconocimiento por parte de Abel de su pecaminosidad y su necesidad de perdón divino. Fue lo que Dios pidió y lo mejor que disponía. La de Abel fue una fe a la manera de Dios. Esto agradó a Dios, en tanto que la ofrenda de Caín era inaceptable, porque no fue a la manera de Dios, sino la propia. 

“Así será con todos los que deseen vivir piadosamente en Cristo Jesús. Persecuciones y vituperios esperan a todos los que estén dominados por el espíritu de Cristo. El carácter de la persecución cambia con los tiempos, pero el principio, el espíritu que la fomenta, es el mismo que siempre mató a los escogidos del Señor desde los días de Abel” (Los hechos de los apóstoles, p. 460).

Pablo destaca el papel de la fe y la fidelidad, íntimamente ligados y fundamentados en la esperanza; la suprema necesidad de los que esperan la venida del Señor.

Vivir a la manera de Dios tiene su costo, pero también su recompensa.

martes, 21 de diciembre de 2021

Lección 13 | Martes 21 de diciembre LA MUERTE DE MOISÉS

Lección 13  | Martes  21  de  diciembre LA MUERTE DE MOISÉS ¡Pobre Moisés! Después de haber llegado tan lejos, de haber vivido tantas cosas, finalmente se quedó fuera del cumplimiento de la promesa hecha a Abram muchos siglos antes:  “A tu descendencia daré esta  tierra”  (Gén. 12:7). Lee Deuteronomio 34:1 al 12. ¿Qué le sucedió a Moisés y qué dijo el Señor acerca de él que mostraba lo especial que era? “En completa  soledad, Moisés repasó  las vicisitudes y  las  penurias  de su vida desde que se apartó  de los honores cortesanos y de su posible reinado en Egipto, para echar su suerte con el pueblo escogido de Dios. Evocó aquellos largos años que pasó  en el desierto cuidando los rebaños de Jetro; la aparición del Ángel en la zarza ardiente, y la invitación que se le diera de librar a Israel. Volvió  a contemplar los milagros portentosos que el poder de Dios realizó  en favor del pueblo escogido, y la misericordia longánime que manifestó  el Señor durante los años de peregrinaje y rebelión. A pesar de todo lo que Dios había hecho en favor del pueblo, a pesar de sus propias oraciones y labores, sólo dos de todos los adultos que componían el vasto ejército que salió  de Egipto fueron hallados bastante fieles para entrar en la Tierra Prometida. Mientras Moisés examinaba el resultado de sus labores, casi le pareció  haber vivido en vano su vida de pruebas y sacrificios” (PP  505). Deuteronomio 34:4 dice algo muy interesante. “Esta es la tierra de que juré a Abraham, a Isaac y a Jacob, diciendo: A tu descendencia la daré”. El Señor estaba usando palabras  casi literales de lo  que había dicho vez tras vez a los patriarcas y a sus hijos, acerca de darles esta tierra. Ahora se lo estaba repitiendo a Moisés. El Señor también dijo: “Te la he hecho ver  con tus ojos, mas no pasarás allá” (Deut. 34:4, JBS, énfasis añadido). No hay forma de que Moisés, allí parado donde estaba, pudiera haber visto con una visión normal todo lo que el Señor le señaló, desde Moab hasta Dan, Neftalí y demás. Elena de White es clara: fue una revelación sobrenatural, no solo de la tierra, sino de cómo sería después de que hubieran tomado posesión de ella. En  cierto sentido, casi  parecería  como  si el  Señor  se hubiera  estado  burlando de Moisés; como diciéndole: “Podrías haber estado aquí si simplemente me  hubieras  obedecido  como  debías”,  o  algo  así.  No  obstante,  el  Señor  le estaba mostrando a Moisés que, a pesar de todo, incluso a pesar del error de Moisés, Dios iba a ser fiel a las promesas del pacto que había hecho con los padres  y con  el mismo  Israel.  Como veremos, el  Señor tenía  también algo mejor reservado para su siervo fiel aunque defectuoso.

Matutina para Adultos 21/12/2021

Pablo: Reavivado por una pasión 
 martes, 21 dic. 2021 
 Héroes 

 “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (Hebreos 11:1). 

 Conocido como el “capítulo de la fe”, Hebreos 11 es un capítulo extraordinario. Fe es tener la seguridad de que vamos a recibir lo que esperamos, aunque hoy no tengamos prueba de ello. La fe es imprescindible, porque solo por ella somos capaces de creer en el poder de Dios, y de agradarlo.

Pablo menciona al menos 16 héroes de la fe por su nombre y otros en general, y afirma qué actos de fe han practicado. Así, menciona el sufrimiento de estos hombres y mujeres: pobreza, torturas, vergüenza, golpes muy crueles, prisiones y presiones, apedreamiento, martirios y muerte.

Estos héroes sufrieron y mantuvieron su fe firme en Dios. Resistieron porque contemplaron la Ciudad Invisible, soportaron porque el sufrimiento por Cristo era mucho mejor que todas las riquezas de este mundo. Enfrentaron, incluso, la muerte con la esperanza en la resurrección.

Y ¿cuál es la recompensa de esas personas? El reconocimiento de otras personas, y una aprobación temporal de Dios. Pero, en el futuro muy próximo, estos hombres y mujeres de fe recibirán la aprobación completa y eterna de Dios.

Elena de White cuenta que las catacumbas ofrecieron refugio a millares de cristianos. Debajo de la tierra y la roca de los cerros, en las afueras de Roma, se habían cavado leguas de largas y oscuras galerías subterráneas. En esos lugares, los discípulos de Cristo sepultaban a sus muertos y hallaban hogar cuando se sospechaba de ellos y se los proscribía. “Cuando el Dispensador de la vida despierte a los que pelearon la buena batalla, muchos mártires de la fe de Cristo se levantarán de entre aquellas cavernas tenebrosas” (El conflicto de los siglos, p. 38).

El mundo considera como héroes a los que ganan partidos increíbles, imposibles de ganar, en desventaja y frente a la adversidad. La moral considera héroes a aquellas personas comunes que viven responsable y fielmente sus deberes diarios y ocupan su lugar en la sociedad. El Señor y Pablo colocan en esta galería de héroes, todavía inconclusa, a todo aquel que vive fielmente su fe. 

¿Tienes una fe firme? Cultiva y fortalece tu fe en las experiencias diarias de una vida de dependencia y fidelidad total a Dios.

lunes, 20 de diciembre de 2021

Matutina para Adultos 20/12/2021

Pablo: Reavivado por una pasión 
 lunes, 20 dic. 2021 
 Solo un poco más 

 “Porque aún un poco y el que ha de venir vendrá, y no tardará” (Hebreos 10:37). 

 Algunos cuestionan la inminencia de la segunda venida de Cristo. La Biblia destaca claramente ciertos hechos. 

1. La certeza del Segundo Advenimiento. 

2. La grandeza y la gloria del acontecimiento, como si fuera el único y exclusivo hecho futuro, donde todo lo precedente parece de menor importancia.

3. El Día del Señor vendrá súbita e inesperadamente. Cristo dijo: “Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor” (Mat. 24:42). Pablo afirmó: “El día del Señor vendrá, así como ladrón en la noche” (1 Tesalonicenses 5:1). Y Pedro sostuvo: “El día del Señor vendrá como ladrón en la noche” (2 Ped. 3:10). Ante tal trascendencia, ¿qué otra cosa podría esperarse del Advenimiento sino un tono de inminencia?

4. Los autores bíblicos no escribieron solamente para sus días. Ellos exhortaron a todas las generaciones hasta que volviera el Señor.

5. Las profecías bíblicas, en especial Daniel y Apocalipsis, muestran los acontecimientos previos al regreso del Señor, de tal manera que podemos proclamar el mensaje inequívoco de la proximidad del Día de Dios. 

6. Elena de White escribió: “Cada día termina el tiempo de gracia para algunos” (Patriarcas y profetas, p. 119).

Uno de los himnos más cantados por el cuarteto “Arautos do Rei”, que ha transformado a miles de personas, es “Solo un poco más”. En 2007, iniciando su etapa en la dirección musical del cuarteto, Ricardo Martin, compuso esta melodía. Él nos dijo que la segunda venida de Cristo es el mensaje principal del cuarteto, y por eso quería que su primera canción tuviera ese enfoque: “Es una música simple, que se centraliza en el mensaje y muestra cómo Dios usa lo simple para alcanzar a tantos corazones”, revela. Luego, el Pr. Fernando Iglesias hizo la letra basado en el mensaje de Pablo, porque las sombras pueden cercarnos, la aflicción tornarse insoportable, pero podemos sentir la voz de Jesús.

Una vez más amaneció.

El sol de fe en mí nació.

Y cuando pienso en desistir,

Jesús me llama y dice así:

Es solo un poco más,

Sólo un poco más.

Porque ya te iré a buscar

Hay amor real, hay un río de paz.

Hay un cielo que será mi hogar.

La vida es frágil; la promesa de Dios es segura; y su venida, inminente. Prepárate y prepara a otros porque es solo un poco más.

domingo, 19 de diciembre de 2021

Lección 13 | Domingo 19 de diciembre EL PECADO DE MOISÉS: PRIMERA PARTE

Lección 13  | Domingo 19 de diciembre EL PECADO DE MOISÉS: PRIMERA PARTE Una vez tras otra, incluso en medio de su apostasía y sus peregrinaciones por  el desierto,  Dios  proveyó  milagrosamente para  los  hijos  de  Israel.  Es decir, aun cuando no lo merecían (y muchas veces fue así), la gracia de Dios f luía  hacia  ellos.  En  la actualidad, nosotros  también  somos  receptores  de su gracia, aunque tampoco lo merezcamos. En definitiva, no sería gracia si la  mereciéramos,  ¿verdad? Además de la abundancia de alimento que el Señor les había proporcionado milagrosamente en el desierto, otra manifestación de su gracia fue el agua, sin la cual perecerían rápidamente, especialmente en un desierto seco,  caluroso  y desolado. Sobre esa  experiencia,  Pablo  escribió: “Y  todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca  era Cristo”  (1 Cor.  10:4). Elena  de White  también agregó que “dondequiera que les hacía falta agua en su peregrinaje, fluía de las hendiduras de las rocas y corría al lado de su campamento” (PP  436). Lee Números 20:1 al 13. ¿Qué sucedió aquí, y cómo entendemos el castigo que el Señor le dio a Moisés por lo que había hecho? Por un lado, no es difícil ver y entender la frustración de Moisés. Después de todo  lo que el Señor había hecho por  ellos,  las señales,  los prodigios y la liberación milagrosa, aquí estaban finalmente, en los límites de la Tierra Prometida. Pero, de repente les falta agua, y comienzan a conspirar contra Moisés y Aarón. El Señor ¿no podría proveerles agua ahora como lo había hecho  tantas  veces  antes?  Por  supuesto  que  sí;  podía  hacerlo  y  lo  volvería a  hacer. Sin  embargo,  considera  las  palabras  de  Moisés  cuando  golpeó  la  roca, incluso dos veces. “¡Oíd ahora,  rebeldes! ¿Os  hemos  de hacer salir aguas de esta peña?” (Núm. 20:10). Prácticamente podemos escuchar la ira en su voz, porque  comienza  llamándolos  “rebeldes”. El problema no era tanto su enojo en sí, que era bastante malo pero entendible, sino cuando dijo: “¿Acaso  tenemos que sacarles agua de esta roca?” (NVI), como si él o cualquier ser humano pudiera sacar agua de un roca. En su  ira,  en  ese  momento  aparentemente  se  olvidó  de  que  era  solo  el  poder  de Dios que obraba en medio de ellos el que podía hacer ese milagro. Él, más que nadie, debería haberlo sabido. ¿Con qué frecuencia decimos o incluso hacemos cosas en un ataque de ira, y hasta creemos  que  la ira  es  justificada?  ¿Cómo podemos  aprender  a detenernos,  orar y buscar el poder de Dios para decir y hacer lo correcto antes de decir y hacer lo incorrecto.

Matutina para Adultos 19/12/2021

Pablo: Reavivado por una pasión 
 domingo, 19 dic. 2021 
 ¿Cuándo cumplen años? 

 “No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene una gran recompensa, pues os es necesaria la paciencia, para que, habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa” (Hebreos 10:35, 36). 

 Hoy no es el día de mi cumpleaños. Yo celebro en junio el nacimiento físico; y en agosto, el del bautismo. Pero, un día como hoy celebro porque volví a nacer.

Fue el 19 de diciembre de 2007, viajando en auto con el pastor Víctor Peto desde Bahía Blanca hasta Buenos Aires, Argentina. Regresábamos de cumplir nuestra misión por el sur argentino. Eran las cinco de la tarde, y estábamos ya casi en la mitad de un viaje de setecientos kilómetros. De pronto, una situación inesperada: el vehículo en que íbamos se cruzó de carril, pasó con las ruedas en el aire sobre un cordón de un pequeño puente, y después de dar varios vuelcos en el desnivel del costado de la ruta quedamos en posición normal. 

Salimos del auto por nuestros propios medios, al mismo tiempo que los primeros vehículos se detenían para prestar su auxilio. El auto estaba irreconocible, así que la primera pregunta que oímos fue “Y ¿dónde están los que se accidentaron?” “Somos nosotros”, respondimos. 

Entonces, escuchamos frases del tipo “Si no creen en Dios, van a tener que creer”, “No sé cuándo cumplen años, pero de aquí en adelante festejen este día”. Las pericias policiales afirmaron que se veían las huellas de las ruedas derechas, pero no las de las ruedas del lado izquierdo. De haber caído el auto, nos habríamos incrustado en el cemento, pero alguien sostuvo el vehículo. Pudimos agradecer a Dios y testificar ante ellos del amor y el poder del Señor. Nos llevaron a un hospital por unos estudios, pero en un par de horas quedamos liberados. Al día siguiente, ya estábamos trabajando. Uno de los médicos que nos atendió ya en Buenos Aires dijo que nunca había visto a alguien tener un accidente así y seguir trabajando al otro día. Es que estábamos agradecidos, alabando y sirviendo a Dios. 

La vida está llena de milagros, desde el nacimiento físico, el espiritual y el cuidado permanente de Dios. Muchas veces ese cuidado es tan percibido como explicable; y otras, tan inexplicable como desapercibido.

No pierdas hoy tu confianza. Ella tiene una recompensa eterna, y ese día dejarás de cumplir años, no por quedar inerte en la Tierra, sino por vivir en forma perenne en el cielo.

sábado, 18 de diciembre de 2021

Lección 13: Para el 25 de diciembre de 2021 LA RESURRECCIÓN DE MOISÉS Sábado 18

Lección 13: Para el 25 de diciembre de 2021 LA RESURRECCIÓN DE MOISÉS Sábado 18 de diciembre LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Números 20:1–13; Deuteronomio 31:2; 34:4; 34:1–12; Judas 9; 1 Corintios 15:13–22. PARA MEMORIZAR: “Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda” (Jud. 9). Como hemos visto durante todo el trimestre, Moisés es protagonista humano en el libro de Deuteronomio. Su vida, su carácter, sus mensajes, impregnan el libro. Aunque Deuteronomio trata sobre Dios y su amor por el ‘am yisra’el, “el pueblo de Israel”, Dios a menudo utilizó a Moisés para revelar ese amor y hablarle a su pueblo Israel. Ahora que llegamos al final de nuestro estudio de Deuteronomio, llegamos también al final de la vida de Moisés, al menos su vida aquí. Como lo expresó Elena de White: “Moisés sabía que debía morir solo; a ningún amigo terrenal se le permitiría asistirlo en sus últimas horas. La escena que le esperaba tenía un carácter misterioso y pavoroso que le oprimía el corazón. La prueba más severa consistió en separarse del pueblo que estaba bajo su cuidado y al cual amaba; el pueblo con el cual había identificado todo su interés durante tanto tiempo. Pero había aprendido a confiar en Dios, y con fe incondicional se encomendó a sí mismo y a su pueblo al amor y la misericordia divinos” (PP 504). Así como la vida y el ministerio de Moisés revelaron mucho sobre el carácter de Dios, así también su muerte y su resurrección.

Matutina para Adultos 18/12/2021

Pablo: Reavivado por una pasión 
 sábado, 18 dic. 2021 
 Considerémonos unos a otros 

 “Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras, no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca” (Hebreos 10:24, 25). 

 La fidelidad en asistir a la iglesia anima a otros y los estimula al amor y a las buenas obras. En los días iniciales del cristianismo, los creyentes se congregaban y los cultos se celebraban en los hogares. 

Algunos en los días de Pablo y algunos otros en el día de hoy, pueden tener por costumbre dejar de congregarse. Quien descuida la comunión con sus hermanos en las reuniones de culto y devoción descuida y perjudica tanto al otro como a sí mismo.

Las palabras de exhortación animan a mantenerse firmes y fieles. A medida que aumentan las dificultades, la exhortación y el ánimo mutuos proporcionan un beneficio aún mayor; cuanto más cerca estamos del día final, más necesitamos “congregarnos”. 

Ser considerados unos con otros nos estimula y nos provoca. La exhortación y el ejemplo de nuestros hermanos nos despabila, como las espuelas provocan al caballo o como un vaso de agua fría arrojado en nuestro rostro nos despierta y nos hace entender los tiempos en que vivimos.

“Así también, ahora hemos sido advertidos acerca de la segunda venida de Cristo y de la destrucción que ha de sobrecoger al mundo. Los que presten atención a la advertencia se salvarán” (Elena de White, El Deseado de todas las gentes, p. 588). 

Dos veces en el Nuevo Testamento aparece la expresión “congregarnos”, y las dos veces son usadas por Pablo: al escribir a los hebreos desafiando a congregarse en la iglesia y en 2 Tesalonicenses 2:1, “respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo y nuestra reunión con él”. Por la fe aceptamos la gracia, entramos en comunión con Dios, y vivimos una vida fiel y misionera, motivados por la esperanza y por el amor. 

En un lugar de Sudamérica, el año pasado, cuando la pandemia profundizaba la crisis y el dolor, un grupo de hermanos, siendo considerados con sus prójimos, salieron a repartir cestas de alimentos. Una familia fue beneficiada y, con emoción, agradecieron porque ya no tenían nada para comer. A cambio, entregaron dos sobres que contenían el diezmo y las ofrendas que habían separado. Ellos podrían haber usado ese dinero, ya que bien lo necesitaban para comer, pero pusieron primero a Dios. 

Aun en las circunstancias más difíciles, fueron considerados unos con otros y se exhortaron al amor, a las buenas obras y a la fidelidad. 

Por la fe, nos acercamos; por la esperanza, nos mantenemos firmes; y por el amor, somos considerados unos con los otros.

viernes, 17 de diciembre de 2021

Matutina para Adultos 17/12/2021

Pablo: Reavivado por una pasión 
 viernes, 17 dic. 2021 
 Mantengamos firme 

 “Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió” (Hebreos 10:23). 

 “El más terrible de todos los sentimientos es el sentimiento de tener la esperanza muerta”, dijo Federico García Lorca. “El fin de la esperanza es el comienzo de la muerte”, expresó Charles De Gaulle. ¿Cómo hacer entonces para mantener firme y viva la esperanza? Pablo siempre enfatiza la gloriosa esperanza del creyente. 

Cuando la esperanza está puesta en Cristo y en su fidelidad, y miramos hacia delante, hacia su venida, la mantenemos firme, sin fluctuar ni oscilaciones, con paciencia, fidelidad y perseverancia. La generación de israelitas que salió de Egipto fluctuó en Cades-barnea, debilitó su fe, fragilizó la esperanza y no pudo entrar en la Tierra Prometida. 

Dios es fiel en cumplir sus promesas: tanto en la liberación de Egipto, como en el acompañamiento en la travesía y la entrada en Canaán; desde la liberación del poder del pecado hasta la entrada a las bendiciones presentes y eternas. No hay motivos para fluctuar. Su muerte asegura nuestra vida.

Eran las tres de la tarde de un viernes bastante convulsionado. Quien había venido a buscar y salvar lo que estaba perdido, para traer vida en abundancia, inclinando la cabeza entregó el espíritu. Los mortales inclinan la cabeza como efecto de la muerte, pero Jesús la inclinó antes de morir. Nadie le quito la vida, él la puso voluntariamente.

“Cristo no entregó su vida hasta que hubo cumplido la obra que había venido a hacer, y con su último aliento exclamó: ‘Consumado es’. La batalla había sido ganada” (Elena de White, El Deseado de todas las gentes, p. 706). 

Entonces, el velo del Templo se rasgó en dos, de arriba abajo. Este velo, que separaba el Lugar Santo del Lugar Santísimo, se rasgó por una mano invisible, por un poder sobrenatural. Y eso sucedió en la hora del sacrificio, porque el sacrificio de Jesús terminaba con todos los otros sacrificios. El velo impedía el acceso a la presencia de Dios. La muerte de Cristo quitó el velo. Así, el acceso quedó libre y directo.

La destrucción del pecado y de Satanás, como también la redención del hombre, estaban aseguradas para siempre. Por esto, Pablo dice que mantengamos firme, sin fluctuar, nuestra esperanza, porque la evidencia de su fidelidad y la fortaleza de nuestra esperanza están firmadas con la propia sangre de Cristo.

jueves, 16 de diciembre de 2021

Jueves 16 de diciembre ¡HORRENDA COSA

Jueves  16  de  diciembre ¡HORRENDA COSA! El libro de Hebreos –con toda su profundidad y sublimidad– era, en muchos sentidos, solo una larga exhortación a los judíos creyentes en Jesús. Y lo que les exhortaba a hacer es:  ¡Permanezcan fieles al Señor! Esta fidelidad, por supuesto, debe surgir de nuestro amor por Dios, por quién es  él, y por  su carácter y su bondad, expresados  con su mayor fuerza en la Cruz de Cristo. Sin embargo, los seres humanos a veces necesitan que se les recuerde cuáles serán las terribles consecuencias de alejarse. Es decir, debemos recordar que, a fin de cuentas, si no aceptamos lo que Jesús ha hecho por nosotros al haber pagado el castigo por nuestros pecados, tendremos que pagarlo por nuestra cuenta, y eso implica “el lloro y el crujir de dientes” (Mat. 22:13) seguido de la destrucción eterna. Lee  Hebreos  10:28  al  31.  ¿Qué  quiere  decir  Pablo  y  cómo  se  aplica  a  nosotros también? ¡Qué interesante que Pablo cite Deuteronomio para exhortar a los creyentes judíos a permanecer fieles a Dios! Pablo cita Deuteronomio 17:6 en relación con el hecho de que alguien considerado digno de muerte enfrentaría esa muerte solo después de que al menos dos personas testificaran contra él. Pero Pablo hizo esto para dejar en claro que, si la infidelidad podía llevar a la muerte bajo el Antiguo Pacto, “¿cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?” (Heb. 10:29). En otras palabras, ustedes tienen más luz y más verdad que ellos, y saben del sacrificio del Hijo de Dios por sus pecados; por lo tanto, si se apartan, su condenación será mayor que la de ellos. Inmediatamente después, Pablo regresa a Deuteronomio, ahora a Deuteronomio  32:35,  simplemente  para  reforzar su argumento.  En  vista  de lo que habían recibido en Cristo y de que conocían la gran provisión hecha en favor de ellos, el Señor, quien dijo: “Mía es la venganza”, “juzgará a su pueblo” por su apostasía e infidelidad. Al fin y al cabo, él había juzgado a los antepasados de ellos, que no tenían lo que tenían estos judíos del Nuevo Testamento, la revelación más completa del amor de Dios manifestada en la Cruz. Entonces, básicamente, Pablo estaba diciendo:  Están  advertidos.  “Jehová juzgará a su pueblo” (Deut. 32:36). ¿Cuál es nuestra única esperanza en ese juicio (ver Rom. 8:1)?

Matutina para Adultos 16/12/2021

Pablo: Reavivado por una pasión 
 jueves, 16 dic. 2021 
 Acerquémonos 

 “Acerquémonos, pues, con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia y lavados los cuerpos con agua pura” (Hebreos 10:22). 

 El hombre construye muros y abismos; Dios, puentes y caminos. Cristo es el Camino. Acercarse es nuestra respuesta a la iniciativa de Dios. Nadie que se acerca recibe migajas o sobrantes. No son monedas las que nos aguardan sino las abundantes riquezas de la gracia de Dios, de vida, y en abundancia.

El acercarnos confiadamente no está basado en nuestros méritos, recursos o influencias. La seguridad está anclada en Dios. No es por quién soy yo, sino por quién es él.“Debemos recibir la seguridad de que no necesitamos ir al cielo para traer a Jesús junto a nosotros, ni a lo profundo para acercarlo a nuestro lado, porque está a nuestra mano derecha, y su ojo está siempre sobre nosotros [...]. Es la única forma en que podemos tener confianza en Dios” (Elena de White, Hijos e hijas de Dios, p. 29).

Nos acercamos por nuestra propia protección y salvación. Dios no envía el mal, pero Dios suelta los vientos, y el enemigo hace su obra. Dios permite a veces situaciones fuertes, que son su llamado a una vida más espiritual, fiel y misionera. Dios nos concede a todos una oportunidad. No puedo decir que es la última, pero bien podría serlo para mí. 

Dios concede oportunidades a todos, porque no quiere que ninguno perezca. Muchas veces el sufrimiento es lo único que nos acerca a Dios, nos sacude, nos purifica y nos transforma. 

“Acercarse” significa “experimentar una íntima comunión, con un corazón sincero, íntegro, sin fingimiento, sin hipocresía ni reservas de ninguna clase”. Ese acercamiento es en plena certidumbre y seguridad, con una fe firme en el poder de Cristo, que limpia el alma de pecado e imparte gracia para vivir venciendo el pecado. 

Los corazones son purificados, rociados por la sangre de Cristo, y los cuerpos son lavados. El agua es de suma importancia y valiosa para la limpieza en general, y es un símbolo adecuado de la eliminación de los pecados de la vida. La evidencia externa da testimonio de la transformación interna que se ha efectuado. El bautismo proclama delante de todos una decisión de participar de los privilegios que siguen a la conversión y de aceptar sus responsabilidades. 

En la Cruz, Cristo nos salvó de la condenación del pecado. En el Santuario, nos salva de la culpa del pecado. Y en su venida, nos salvará de la presencia del pecado.

Confía y acércate.

miércoles, 15 de diciembre de 2021

Lección 12 | Miércoles 15 de diciembre UN PROFETA COMO YO

Lección 12  | Miércoles  15  de  diciembre UN PROFETA COMO YO Repetidas veces, el Señor le había advertido a Israel que no siguiera las prácticas de las naciones que lo rodeaban. Al contrario, debían dar testimonio a esas naciones (Deut. 4:6-8). En Deuteronomio 18:9 al 14, Moisés nuevamente les advierte acerca de sus prácticas específicas, que eran una “abominación para con Jehová” (Deut. 18:12). Por ende, en ese contexto, les dice: “A los ojos del Señor tu Dios serás irreprensible” (Deut. 18:13). Lee  Deuteronomio  18:15  al  19.  ¿Qué  les  quiere  decir  Moisés  allí?  Luego compara esto con Hechos 3:22; y 7:37. Pedro y Esteban, ¿cómo aplican Deuteronomio 18:18? En referencia al Pacto del Sinaí, Moisés narra que los hijos de Israel, en la revelación de la Ley de Dios (Éxo. 20:18-21), querían que Moisés actuara como mediador, como intercesor entre ellos y Dios. Es entonces cuando Moisés les promete, dos veces, que el Señor levantaría a un profeta como Moisés (Deut. 18:15,  18).  Dado  el  contexto,  la  idea  es  que  este  profeta,  al  igual  que  Moisés, entre otras cosas también sería un intercesor entre el pueblo y el Señor. Muchos siglos después, tanto  Pedro como Esteban citan este pasaje en referencia a Jesús. Para Pedro, Jesús fue el cumplimiento de lo que habían dicho  “sus  santos  profetas”  (Hech.  3:21),  y  los  líderes  debían  obedecer  a  él  y lo que él dice. Es decir, Pedro usó este pasaje, que los judíos conocían, y lo aplicó directamente a Jesús, con la idea de que debían arrepentirse por lo que le habían hecho (Hech. 3:19). A continuación, en Hechos 7:37, cuando Esteban, aunque en un contexto diferente del de Pedro, estaba proclamando a Jesús, él también se refirió a esa famosa promesa, y también sostuvo que señalaba a Jesús. Estaba diciendo que Moisés, con su papel en la historia y como dirigente de los judíos, había prefigurado a Jesús. Es decir, al igual que Pedro, Esteban buscaba mostrarle al pueblo que Jesús era el cumplimiento de la profecía y que necesitaban escucharlo. Contrariamente a la acusación formulada en su contra, de que Esteban había estado hablando “palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios” (Hech. 6:11), Esteban proclamó a Jesús como el Mesías, un cumplimiento directo de lo que Dios había prometido a través de Moisés. Estos versículos, ¿en qué medida muestran cuán primordial fue Jesús en toda la Biblia, y por qué toda nuestra interpretación de ella debe estar centrada en Cristo?

Matutina para Adultos 15/12/2021

Pablo: Reavivado por una pasión 
 miércoles, 15 dic. 2021 
 Tan solo 16.972.500 euros 

 “La Ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan” (Hebreos 10:1). 

 En Hebreos 10, Pablo explica la limitación de los sacrificios de la Ley. Entonces, enfatiza que el sacrificio de Cristo fue hecho una sola vez y para siempre. Luego, señala la inferioridad de los corderos ofrecidos en el Santuario terrestre y la superioridad del Cordero celestial.

1. Mientras que el sacerdote tenía que ofrecer sacrificios continuamente, Jesucristo se ofreció una vez por todos. Y no fue ni será necesario otro sacrificio.

2. Mientras que el sacrificio de animales jamás consiguió el perdón de un pecado, el sacrificio de Cristo puede purificarnos para siempre.

El apóstol hace algunos llamamientos:

1. Acerquémonos al Trono de Dios con seguridad y con intrepidez.

2. Cooperemos con todos, tratando a las personas con bondad.

3. Aceptemos a Cristo como nuestro Sacerdote intercesor, pues se acerca el momento del Juicio de Dios.

4. Reconozcamos la fidelidad de Dios. Él fue, es y será fiel. 

5. Mantengamos firme la fe, con paciencia y acción de gracias.

Las noticias periodísticas daban cuenta del estrago en vidas, salud y economías causados por el avance de la pandemia de la COVID-19. De pronto, una noticia diferente: un italiano de 93 años sale del hospital después de mejorar su situación de salud. Al saldar la cuenta, de 500 euros por el uso del respirador durante un día, se puso a llorar, lo que conmovió a los médicos, quienes le aseguraron que no estaba obligado a pagar, pues entendían su situación. La respuesta hizo llorar a todos: “No lloro por el dinero que tengo que pagar; puedo hacerlo. Lloro porque he estado respirando aire de Dios durante 93 años, y nunca pagué nada. Ni siquiera agradecí. ¿Sabes cuánto le debo a Dios?” 

Si ese fue el costo de un día, en 93 años serían 16.972.500 euros. ¡Todo ese monto de dinero tan solo por el aire! ¿Cuánto más habría que añadir por el pan, el agua, los alimentos, la sonrisa y el bienestar de un hijo, la paz, el perdón, la fe, la esperanza, la salvación, y por la Eternidad? Nadie debe sentirse inferior, olvidado, rechazado. ¡Nada de eso! 

Decididamente, es imposible pagar y no tendríamos cómo. Además, Jesús lo hizo por nosotros con su vida, su muerte, su intercesión y su plan de concedernos la Eternidad. 

Vivamos hoy agradecidos, comprometidos y fieles.

martes, 14 de diciembre de 2021

Martes 14 de diciembre MALDITO EN UN MADERO

Martes  14  de  diciembre MALDITO EN UN MADERO Lee Gálatas 3:1 al 14. ¿Qué está diciendo Pablo que sea relevante para nosotros hoy, y cómo utiliza Deuteronomio 27:26; y 21:22 y 23 para plantear su postura? Lamentablemente, es común en el cristianismo utilizar esta carta como una especie de justificativo para no guardar la Ley, los Diez Mandamientos. Por supuesto, ese argumento en realidad se usa como una razón para no guardar el cuarto Mandamiento, como si la observancia de ese único mandamiento, a diferencia de los otros nueve, fuera de alguna manera una expresión del legalismo que Pablo plantea aquí. Sin embargo, Pablo no estaba hablando en contra de la Ley y, por cierto, no hay nada en este pasaje que pueda justificar la transgresión del mandamiento  del  sábado.  La  clave  se  puede  encontrar  en  Gálatas  3:10,  donde expresa que “todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición”, y luego cita Deuteronomio 27:26. El problema no es la obediencia a la Ley, sino “depender de la ley”, una postura difícil, si no imposible, para seres  caídos  como  nosotros. El  argumento de Pablo es que  no somos  salvos por las obras de la  Ley, sino  por  la  muerte  de  Cristo  en  nuestro  favor,  que  se  nos  acredita  por  la fe. Su énfasis aquí está en lo que Cristo hizo por nosotros en la Cruz. Y, para ayudar a aclarar este asunto, nuevamente se remite a Deuteronomio, esta vez a Deuteronomio 21:23. Al igual que Jesús, Pablo dice “escrito está”, mostrando la autoridad del Antiguo Testamento, y ahora cita un texto que trata de alguien que cometió un delito capital y, luego de ejecutarlo por ello, lo colgaron de un madero, tal vez para disuadir a los demás. No obstante, Pablo utiliza eso como un símbolo de la muerte sustitutiva de Cristo en nuestro favor: Cristo se convirtió en una “maldición por nosotros” (NVI) porque enfrentó la muerte que toda la humanidad enfrentaría, porque todos han violado la Ley. Sin embargo, lo bueno del evangelio es que la maldición que debería haber sido nuestra fue suya, en la Cruz, “a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu” (Gál. 3:14). Elena de White lo dijo así: “Ninguno sino Cristo podía redimir al hombre de la maldición de la Ley, y colocarlo otra vez en armonía con el Cielo. Cristo cargaría con la culpa y la vergüenza del pecado, que era algo tan abominable a los ojos de Dios que iba a separar al Padre de su Hijo” (PP  48). Reflexiona en lo que enfrentarías si tuvieses que recibir el justo castigo por cualquier agravio que hayas cometido. Sin embargo, debido a que Cristo cargó con el castigo por tus errores sobre sí, para que tú no tengas que hacerlo, ¿cuál debería ser tu respuesta a su sacrificio?

Matutina para Adultos 14/12/2021

Pablo: Reavivado por una pasión 
 martes, 14 dic. 2021 
 World Jump Day 

 “Así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que lo esperan” (Hebreos 9:28). 

 ¿Sabías que el versículo de hoy es el único pasaje de la Biblia que contieneC las dos venidas de Jesús? ¡Maravilloso! 

En la primera venida, vino para llevar los pecados de los muchos; es decir, de todos. La Biblia dice que el Padre envió al Hijo, que este se ofreció a sí mismo y que fue apresado, mal juzgado, crucificado y muerto por manos impías, y que aparecerá, se hará visible.

En la segunda venida, aparecerá sin relación con el pecado para salvar a los que lo esperan. Por cierto, este es también el único texto en donde se usa el adjetivo “segunda” para referirse a la venida de Cristo en poder y gloria.

El ofrecimiento voluntario de Cristo en el Calvario y su entrada en el cielo fueron actos únicos. Uno hizo posible lo otro. El sacrificio le permitió entrar en el cielo como Mediador, no en virtud de sangre ajena sino propia, y ambos le permitirán volver para completar el rescate.

El 20 de julio de 2006 fue la fecha en que algunos pensaron que la vida sobre nuestro planeta podría sufrir un gran cambio. La propuesta fue un poco insólita: mediante un salto al mismo tiempo de toda la humanidad, se pretendía cambiar el eje de la Tierra. Por eso, el proyecto para ese día se llamó el World Jump Day; es decir, el día para un salto multitudinario y mundial. 

Para que este “gran salto” diera el supuesto resultado esperado, unos seiscientos millones de personas de Occidente deberían saltar al mismo tiempo. Así, y con este “gran salto”, los organizadores pretendían frenar el calentamiento global y mejorar el clima de todo el planeta. 

No fue este, ni será ningún otro plan humano, lo que resolverá definitivamente nuestros problemas. El gran salto de Jesús del cielo a la Tierra hace posible nuestro gran salto de la Tierra al cielo. 

Él quiere salvar a todos. Pero solo salvará a los que lo esperan. Ese será el día de nuestro gran salto, de nuestra miserable casa de pecado a nuestro maravilloso palacio de gloria. Entrenemos diaria y fielmente para el gran y definitivo salto.

lunes, 13 de diciembre de 2021

Lección 12 | Lunes 13 de diciembre LEVANTAR ROSTROS

Lección 12  | Lunes  13  de  diciembre LEVANTAR ROSTROS En  Deuteronomio  10,  Moisés  (de  nuevo)  estaba  contando  la  historia  de Israel y  (de nuevo) usó esos relatos para exhortar a su pueblo  a  la fidelidad. En medio de esa amonestación, dijo algo más. Lee Deuteronomio 10:17 al 19. ¿Cuál es el mensaje esencial para el pueblo, y por qué este mensaje es relevante para la iglesia de Dios hoy? La frase “no hace acepción de personas” se traduce de una figura retórica hebrea;  significa literalmente que  él no  “levanta rostros”. Se  cree que  esto proviene de un contexto legal en el que el juez o el rey ve el rostro de la persona que está siendo juzgada y, en función del estatus de esa persona (si es una persona importante o alguien insignificante), el juez o el rey emite un veredicto. La implicación aquí en Deuteronomio es que el Señor no trata a la gente así, a pesar de su gran poder y fuerza. Es justo con todos, independientemente de su estatus. Esta verdad, por supuesto, se reveló en la vida de Jesús y en su trato incluso con los más despreciados de la sociedad. Lee Hechos 10:34; Romanos 2:11; Gálatas 2:6; Efesios 6:9; Colosenses 3:25; y 1 Pedro 1:17. Estos versículos, ¿cómo utilizan Deuteronomio 10:17? No importa cuán diversas sean las circunstancias en cada una de estas referencias (en Efesios, Pablo les dice a los amos que sean cuidadosos en su trato  con los esclavos; en Romanos, Pablo habla del hecho de que, cuando de salvación y condenación se trata, no hay diferencia entre judíos y gentiles), todas se remiten a Deuteronomio y a la idea de que Dios “no levanta rostros”. Y  si  el “Dios de  dioses  y  Señor  de  señores,  Dios  grande,  poderoso  y  temible” no tiene favoritismos, entonces nosotros tampoco deberíamos tenerlos. Podemos  ver  una  revelación  del  evangelio,  especialmente  en  cómo  lo utiliza Pablo en Romanos: todos estamos en la misma esfera, sin importar quiénes somos en términos de estatus. Todos somos seres caídos que necesitan la gracia salvífica de Dios. Y lo bueno es que, independientemente de nuestro estatus, a todos se nos ofrece la salvación en Jesucristo. ¿Con qué frecuencia, incluso sutilmente, “levantas rostros” y por qué la Cruz nos muestra cuán pecaminosa es  realmente  esa  actitud?

Matutina para Adultos 13/12/2021

Pablo: Reavivado por una pasión 
 lunes, 13 dic. 2021 
 Sangre azul 

 “Y según la Ley, casi todo es purificado con sangre; y sin derramamiento de sangre no hay remisión” (Hebreos 9:22). 

 Cuando el Señor hizo una promesa a Abraham, los pactos se firmaban con la sangre de un sacrificio e implicaban la muerte de quien no cumpliera el contrato. Cristo no derramó su sangre como la parte incumplidora sino en lugar del sacrificio que lo ratificaba. Nuestra vida es transitoria, pero la vida nueva que Dios ofrece es perdurable. Fue necesaria la muerte de Cristo a fin de que los términos del Nuevo Pacto entraran en vigor. “Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama”, dijo Jesús en Lucas 22:20. 

En 1994, Robert Rodat indagó en la historia de los cuatro hermanos Niland, que fueron combatientes en la Segunda Guerra Mundial. Dos de ellos murieron en combate, pero uno de ellos regresó a los Estados Unidos pensando que el resto de sus hermanos había muerto, pero descubrió que uno de ellos estaba vivo, en un campo de prisoneros de guerra japonés en Birmania. De ese trabajo surgió la idea para el guion de ficción del film Rescatando al soldado Ryan (1998). Durante la invasión de Normandía, en plena Segunda Guerra Mundial, el capitán John Miller fue elegido para dirigir a un equipo encomendado a una peligrosa misión: encontrar al soldado James Ryan, cuyos tres hermanos ya había muerto en la guerra, a fin de ponerlo a salvo. ¿El motivo? No se permitía que todos los hijos de una familia fueran muertos en combate. 

La batalla por el rescate fue recia, y el capitán Miller estaba a punto de morir. Así, le dijo a Ryan: “Hemos hecho un gran sacrificio por ti. Vive una vida digna, a la altura de todo esto”. En el final de la película, y ya anciano, Ryan visita la tumba del capitán para rendirle homenaje y le pregunta a su esposa si había vivido dignamente, a la altura del sacrificio de su rescate.

Elena de White escribió que “el Señor Jesucristo pagó por nosotros el precio del rescate con su propia sangre […] sois su propiedad” (A fin de conocerle, p. 60). Y que muy pronto el Señor, en la Eternidad, exclamará: “¡Contemplad el rescate de mi sangre! Por estos sufrí, por estos morí, para que pudiesen permanecer en mi presencia a través de las edades eternas” (Consejos para la iglesia, p. 120).

“Sangre azul” es un término utilizado internacionalmente para designar a descendientes o pertenecientes a familias nobles o reales. Ninguno puede alcanzar la gracia por sus propios méritos. Todos somos indignos. Pero, como Ryan, somos llamados a vivir vidas dignas, a la altura del precio pagado por nuestro rescate. Fuimos rescatados por la sangre azul derramada del Capitán y Rey para vivir como rescatadores. 

¿Estás viviendo como es digno de un hijo del Rey?

domingo, 12 de diciembre de 2021

Domingo 12 de diciembre “ESCRITO ESTÁ”

Domingo 12 de diciembre “ESCRITO ESTÁ” Lee Mateo 4:1 al 11. ¿Cómo respondió Jesús a las tentaciones de Satanás en el desierto, y qué lección importante hay para nosotros en su respuesta? Jesús no discutió con Satanás ni entró en debate con él. Simplemente, citó las Escrituras porque, por ser la Palabra de Dios, “es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos” (Heb. 4:12). Y, en cada caso, la Palabra que él citó fue de Deuteronomio. Qué interesante que Jesús, en el desierto, eligiera citar pasajes que también le fueron dados a Israel en el desierto. En la primera tentación, Jesús mencionó Deuteronomio 8:3. Moisés le había estado contando al antiguo Israel cómo el Señor había velado por ellos todos esos años en el desierto, incluyendo la provisión del maná; todo como parte de un proceso de refinamiento, ya que el Señor estaba tratando de  enseñarles lecciones espirituales. Y,  entre esas lecciones, estaba  que “no sólo  de  pan  vivirá  el  hombre,  mas  de  todo  lo  que  sale  de  la  boca  de  Jehová vivirá  el  hombre”.  Dios  los  alimentó  con  comida  física,  pero  también  les  da alimento espiritual. No pueden tomar solo lo primero sin lo segundo. Jesús usó la imagen del pan como una transición a Deuteronomio y para reprender a Satanás y la duda que trató de inculcar en Jesús. En la segunda tentación, Jesús se remite a Deuteronomio 6:16, donde Moisés señaló al pueblo su rebelión en Masah (ver Éxo. 17:1-7), diciendo: “No tentaréis  a  Jehová  vuestro  Dios,  como  lo  tentasteis  en  Masah”.  La  palabra para “tentar” puede significar “probar”, o “poner a prueba”. El Señor ya les había mostrado, vez tras vez, su poder y su disposición para sustentarlos; sin embargo, cuando se presentó el problema, clamaron: “¿Está, pues, Jehová entre nosotros, o no?” (Éxo. 17:7). Y fue de esa historia bíblica que Jesús extrajo elementos para reprender a Satanás. En la tercera tentación, esta vez Satanás buscó que Cristo se inclinara para adorarlo. ¡Qué revelación clara y flagrante de quién era verdaderamente y  qué  quería en  realidad!  En  lugar  de debatir, Jesús reprende  a  Satanás  y vuelve nuevamente a la Palabra de Dios, Deuteronomio, donde el Señor le advirtió  a su pueblo sobre  lo  que  sucedería  si  se  apartaban  y  adoraban  a otros  dioses.  “A  Jehová  tu  Dios  temerás,  y  a él solo  servirás”  (Deut. 6:13);  es decir, a él y solo a él. ¿Cómo podemos aprender a obtener más poder en la vida diaria de nuestro estudio  de la  Palabra  de Dios  para  reflejar más plenamente el  carácter  de  Jesús y, al igual que él, resistir las tentaciones de Satanás?

Matutina para Adultos 12/12/2021

Pablo: Reavivado por una pasión 
 domingo, 12 dic. 2021 
 “¡Si hubieran escuchado!” 

 “Por eso, Cristo es mediador de un nuevo pacto, para que, interviniendo muerte para la remisión de los pecados cometidos bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna” (Hebreos 9:15). 

 La Biblia del predicador (preparada por la ACES) presenta el resumen que Pablo hace entre el Pacto antiguo y el nuevo. Así, señala las insuficiencias del primero porque es simbólico, terrenal y temporario. 

En contraste, destaca la suficiencia del Nuevo Pacto porque es completo, con Cristo presente. No es simbólico, sino real y encarnado, como Sumo Sacerdote de los bienes venideros. No es terrenal, sino celestial, ya que no fue hecho de manos. No es establecido con sangre ajena, sino con la propia. No solo tiene la capacidad de purificar la carne, sino también la conciencia, otorgando acceso a las inmerecidas bendiciones del Pacto.

Los pactos en la antigüedad incluían una cláusula de castigo con derramamiento de sangre para su transgresor. La muerte de Cristo, en sustitución del pactante infractor, redime de la muerte al pecador arrepentido e inaugura el segundo Pacto.

Posiblemente conozcas algo de Li Wenliang, un médico oftalmólogo del Hospital Central de Wuhan, quien fue el primero en advertir sobre la COVID-19, que tantas consecuencias dolorosas trajo y trae a toda la humanidad.

En diciembre de 2019, después de atender a pacientes con síntomas respiratorios agudos, concluyó que se trataba de una versión más agresiva de un virus que ya había matado a más de setecientas personas al inicio de este milenio. Pocas semanas después, Li comenzó a toser y a tener fiebre. Fue internado. Desde su cama del hospital, compartió por las redes sociales sus últimas palabras: “Si hubieran escuchado mi mensaje y compartido la información, habría sido mucho mejor”. Li murió el 7 de febrero de 2020, dejando a su esposa embarazada y a su hijito de 5 años. Tenía 34 años.

Esta es la impactante historia de un oftalmólogo que vio el peligro que nadie percibió e intentó salvar a las personas, cuando todavía había esperanza de detener el brote. Las autoridades chinas reconocieron su descubrimiento y lo consideraron un héroe que murió para abrir los ojos del mundo hacia aquello que estaba por venir.

Desde el Santuario celestial, Cristo, quien ocupó en la Cruz nuestro lugar como transgresores, nos ofrece sus servicios como Mediador. Él ve lo que nadie ve: la destrucción de los infectados por el virus del pecado, como la restauración y la vida de los que se someten al tratamiento. 

¡Es urgente escuchar su voz y compartir la información!

Lección 11 | Domingo 4 de septiembre EL DIOS DE LA PACIENCIA

Lección 11  | Domingo 4 de septiembre EL DIOS DE LA PACIENCIA Lee Romanos 15:4 y 5. ¿Qué encontramos en estos versículos? Normalmente nos im...