El Libro que Perdura
El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán. Mateo 24:35.
“Cristo ... señaló las Escrituras como algo de incuestionable autoridad, y nosotros debemos hacer lo mismo. La Biblia ha de ser presentada como la palabra del Dios infinito, como el fin de toda controversia y el fundamento de toda fe.”—Sketches From the Life of Paul, 30. FV 17.2
‘El incrédulo Voltaire dijo con arrogancia en cierta ocasión: ‘Estoy cansado de oír de continuo que doce hombres establecieron la religión cristiana. Yo he de probar que un solo hombre basta para destruirla.’ Han transcurrido varias generaciones desde que Voltaire murió y millones de hombres han secundado su obra de propaganda contra la Biblia. Pero lejos de agotarse la circulación del precioso libro, allí donde había cien ejemplares en tiempo de Voltaire hay diez mil hoy día, por no decir cien mil. Como dijo uno de los primitivos reformadores hablando de la iglesia cristiana: ‘La Biblia es un yunque sobre el cual se han gastado muchos martillos.’ Ya había dicho el Señor: ‘Ninguna arma forjada contra ti tendrá éxito; y a toda lengua que en juicio se levantare contra ti, condenarás.’” Isaías 54:17 (VM).—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 332. FV 17.3
“En este tiempo, antes de la gran crisis final, lo mismo que antes de la primera destrucción del mundo, los hombres están absortos en los placeres y otras ocupaciones que atañen a los sentidos. Embargados por lo visible y transitorio, han perdido de vista lo invisible y eterno. Sacrifican riquezas imperecederas por cosas que perecen con el uso.”—La Educación, 178, 179.
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