Una infame mentira de Satanás
“Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley.” 1 Juan 3:4
Dios no hizo el infinito sacrificio de dar a su Hijo unigénito a nuestro mundo, para asegurarle al hombre el privilegio de quebrantar los mandamientos de Dios en esta vida y en la vida eterna futura. Esta es una mentira infame originada en Satanás, la cual debe hacerse que aparezca en su carácter falso y engañoso. Esta ley, que Satanás tanto desea que se considere como abolida e invalidada, es la gran norma moral de rectitud. Cualquier violación de ella es un acto de transgresión contra Dios, y será sancionado con el castigo de la ley divina. Para todos los habitantes del mundo que invalidan la ley de Jehová y continúan viviendo en transgresión, ciertamente debe sobrevenirles la muerte (MS 72, 1901).
Ahora que Satanás no puede gobernar al mundo negándole las Escrituras, recurre a otros medios para alcanzar el mismo objeto. Destruir la fe en la Biblia responde tan bien a sus designios como destruir la Biblia misma. Insinuando la creencia de que la ley de Dios no es obligatoria, empuja a los hombres a transgredirla tan seguramente como si ignorasen los preceptos de ella. Y ahora, como en tiempos pasados, obra por intermedio de la iglesia para promover sus fines.
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