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martes, 23 de noviembre de 2021

Lección 9 | Martes 23 de noviembre TESHUVÁ

Lección 9  | Martes 23 de noviembre TESHUVÁ A  lo  largo del  libro  de  Deuteronomio,  aparece un  tema  clave:  obedece al Señor, y serás bendecido; desobedece, y sufrirás las consecuencias. En el  Nuevo  Testamento,  no  es  diferente.  “No  os  engañéis;  Dios  no  puede  ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna” (Gál. 6:7, 8). Desgraciadamente, al menos después de la Caída, el pecado parece tan fácil y natural  como respirar. Y, a  pesar de  todas las  advertencias y las promesas (“Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos” [Deut. 30:11]), muchos del pueblo hicieron precisamente eso: cayeron en los pecados de los que Dios les había advertido. E incluso así, Dios estaba dispuesto a recuperarlos si, al emplear su libre albedrío, se arrepentían y regresaban a él. Lee  nuevamente Deuteronomio 30:1  al 10.  ¿Qué dice el Señor que  hará por su pueblo, a pesar de todo el mal que hizo? No obstante, ¿cuál era la condición sobre la que descansaban estas maravillosas promesas? La idea es sencilla y al punto: si te equivocas, habrá consecuencias terribles  para ti  y  tu familia. Eso  es lo que  hace el  pecado.  Sin embargo, aún  así puedes arrepentirte, y el Señor te recibirá de vuelta y te bendecirá. Varias veces la misma palabra raíz hebrea detrás de  teshuvá  aparece  en estos versículos. En Deuteronomio 30:2, el versículo dice: “y te  convirtieres a Jehová tu Dios”; en Deuteronomio 30:8, aunque a menudo se traduce –correctamente– “volverás a obedecer  al Señor” (NTV, NVI), también podría traducirse,  “volverás,  y  oirás  la voz de Jehová” (RVR1960). Al final, en Deuteronomio 30:10, donde dice: “cuando te  convirtieres  a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma”, nuevamente la palabra “convirtieres” es, en realidad, “si  volvieres”. En  otras  palabras,  a  pesar  de  todo  lo  que  les  sucedió,  a  pesar  de  su  absoluta violación y transgresión del Pacto, el Señor no había terminado con este pueblo, y si ellos no querían que él terminara con ellos, podían manifestar ese deseo mediante el arrepentimiento. ¿Cómo reflejan estos versículos cuán primordial es el verdadero arrepentimiento para nosotros como creyentes que, a veces, también violamos el pacto que hicimos con Dios?

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