*_“Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, y en sus mandamientos se deleita en gran manera. Su descendencia será poderosa en la tierra; La generación de los rectos será bendita.”_*
(Salmos.112:1-2)
Pasan *los meses, años* y con ellos se van *nuestros días,* sin darnos cuenta nuestra vida habrá pasado a ser algo efímero que se pierde con el tiempo.*¿Has pensado alguna vez que hoy puede ser tu último día en la tierra?,* y mejor aún, alguna vez has meditado sobre *¿qué legado estás dejando?,* esto no se trata de desear la muerte o presentir que estamos cerca de ella, por el contrario, es ser conscientes que cada día *tenemos* la misma *probabilidad* de cualquier otra persona del planeta *de seguir viviendo o no,* pero más allá de eso: *¿cómo crees que serías RECORDADO/A?* En esencia la pregunta va más allá sobre *¿qué le dejaremos a nuestros hijos en el ámbito material como una buena cuenta en el banco, una casa propia o un auto último modelo.?* Para definir qué es un legado leamos: Joel 1:3 _*"Palabra de Jehová que vino a* *Joel, hijo de Petuel. Oíd esto, ancianos, y escuchad, todos los moradores de la tierra. ¿Ha acontecido esto en vuestros días, o en los días de vuestros padres? De esto contaréis a vuestros hijos, y vuestros hijos a sus hijos, y sus hijos a la otra generación.”*_ En las Escrituras podemos ver *hombres de Dios que dejaron ese legado,* entre ellos: *Moisés* quien dejo su legado *a Josué,* *Elías a Eliseo* y *nuestro Señor Jesús quien dejó un legado maravilloso en sus discípulos.*
De modo que *es necesario que entendamos que nuestra vida no es sencillamente ocupar oxígeno,* sino más bien *que alguien continúe tu obra;* *alguien que aproveche lo que un día te esforzaste tanto por conseguir.*
A partir de hoy te animo a vivir cada día con la intención de *dejar un legado tal,* que los demás puedan decir: *“Ese hombre fue un siervo de Dios”* o *“Esa mujer fue una sierva de Dios”,* que la gente *al recordarte pueda ver en ti la imagen de Cristo* reflejada, *que el día que ya no estés acá en la Tierra puedas ser un ejemplo digno de imitar para aquellos que se queden, y por último, que la gente quiera imitarte, porque tú también imitas a Cristo.*
*AMÉN*
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