Elena White jamás agrega o resta a la Biblia. Lo que pasa es que un profeta verdadero como ella puede ver más allá y captar lo que a simple vista no se ve.
Los libros de Elena White amplían, agrandan, y amplifican el panorama bíblico sin alterarlo. Esto a la vez extiende nuestro conocimiento de las sagradas escrituras. A continuación, presento un ejemplo de cómo ella aclara y profundiza nuestra comprensión de la Palabra de Dios sin añadirle o quitarle nada.
EL MUNDO PREDILUVIANO CONSUMÍA CARNE SIN EL PERMISO DIVINO
Lo que la Biblia dice: “Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer”. Génesis 1:29.
"Y la tierra se había corrompido delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. Y miró Dios a la tierra, y he aquí que estaba corrompida, porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra. Entonces Dios dijo a Noé: He decidido poner fin a toda carne, porque la tierra está llena de violencia por causa de ellos; y he aquí, voy a destruirlos {juntamente} con la tierra". Génesis 6:11-13.
"Y Jehová dijo a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación". Génesis 7:1.
Exégesis de Elena White: “La gente que vivió antes del diluvio comía alimentos de origen animal y gratificaba su apetito hasta que se colmó la copa de la iniquidad, y Dios limpió la tierra de su contaminación moral mediante el diluvio”. —Consejos sobre el Régimen Alimenticio, 445, 446.
“Los habitantes del mundo antiguo comían y bebían con intemperancia. Consumían carne aunque Dios no les había dado permiso para comerla. Comían y bebían con exceso, y sus apetitos depravados eran ilimitados. Se entregaron a una idolatría abominable. Se tornaron violentos y feroces, y tan corrompidos, que Dios no pudo soportarlos durante más tiempo. Su copa estaba rebosante de iniquidad, de modo que Dios limpió la tierra de su contaminación moral mediante un diluvio”. —Mensajes Selectos 2:476 (1865). —Consejos sobre el Régimen Alimenticio, 446.
"Gozaban matando los animales; y el consumo de la carne como alimento los volvía aún más crueles y sedientos de sangre, hasta que llegaron a considerar la vida humana con sorprendente indiferencia". —Patriarcas y Profetas, 80.
"Cuando Noé vió las poderosas fieras que salían con él del arca, temió que su familia, compuesta de ocho personas solamente, fuese devorada por ellas. Pero el Señor envió un ángel a su siervo con este mensaje de seguridad: 'Y vuestro temor y vuestro pavor será sobre todo animal de la tierra, y sobre toda ave de los cielos, en todo lo que se moverá en la tierra, y en todos los peces del mar: en vuestra mano son entregados. Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y hierbas, os lo he dado todo.' Génesis 9:2, 3. Antes de ese tiempo, Dios no había permitido al hombre que comiera carne; quería que la raza humana subsistiera enteramente con los productos de la tierra; pero ahora que toda cosa verde había sido destruída, les dió permiso para que consumieran la carne de los animales limpios que habían sido preservados en el arca". —Historia de los Patriarcas y Profetas, 98.
CONCLUSIÓN
La violencia y corrupción a la cual la Biblia hace referencia (Génesis 6:11) incluía el maltrato hacia los animales. Además, el consumo de carne potenció las pasiones violentas de los antediluvianos. El permiso para que la humanidad consumiera carne vino después del diluvio. Se deduce entonces con toda seguridad que el justo Noé no consumía carne como los demás previo al diluvio.
Es casi imposible imaginarse a una generación antediluviana violenta, corrupta, y a la vez vegetariana.
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