LA FE POR LA CUAL VIVO
MAYO: LA CONVERSIÓN Y LA NUEVA VIDA
Cultivando buenos hábitos, 26 de mayo
De todo mal camino contuve mis pies, para guardar tu palabra. Salmos 119:101.
“Nos estamos acercando al fin del tiempo y queremos ahora con- formarnos no a los gustos y prácticas del mundo sino a la mente de Dios; nos toca ver lo que dicen las Escrituras y caminar de acuerdo con la luz que Dios nos ha dado. Nuestras inclinaciones, nuestros hábitos y prácticas no deben tener la preferencia. La Palabra de Dios es nuestra norma.”—Testimonies for the Church 5:506.
“Si se ejercita de continuo la mente en las cosas del espíritu, no será necesario permanecer en la condición de enanos espirituales. Pero el mero hecho de orar al respecto, no satisfará las necesidades del caso. Debes habituar tu mente a concentrarse en estas cosas. El ejercicio producirá fuerza. Muchos de los que profesan creer en Cristo, están muy expuestos a perder ambos mundos. El ser cristiano a medias y mundano a medias hace que uno sea cristiano en una centésima parte, y mundano en todo lo demás.”—Joyas de los Testimonios 1:288, 289.
“La mente debe ser educada y disciplinada para amar la pureza. El amor por las cosas espirituales debe ser alentado. Los buenos propósitos son loables, pero no tendrán valor a menos que se lleven resueltamente a cabo. Muchos se perderán aunque esperaron y desearon ser cristianos, pero no hicieron esfuerzos fervientes; por lo tanto, serán pesados en la balanza y hallados faltos. La voluntad debe ejercerse en la debida dirección. Quiero ser un cristiano consagrado.”—Ibíd. 290.
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