HOY CAMINO CON DIOS 馃懀馃懀馃懀
mi茅rcoles, 10 nov. 2021
¿C贸mo es tu pesca?
"Ensancha el espacio de tu carpa, y despliega las cortinas de tu morada. ¡No te limites! Alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas”
Isa铆as 54:2, NVI
Cierta vez, salimos a acampar. El terreno era peque帽o y hab铆amos armado las carpas seg煤n los estrechos l铆mites que nos hab铆an asignado, as铆 que los vientos quedaban bastante pegados a las carpas. Ya nos est谩bamos imaginando un campamento apretujado, cuando nos dieron la feliz noticia de que hab铆amos armado carpas de m谩s. Las desarmamos ¡y ahora ten铆amos m谩s espacio para estirar los vientos y movernos c贸modamente! As铆 que alargamos las cuerdas y reforzamos las estacas.
La siguiente historia me ayud贸 a profundizar a煤n m谩s en este vers铆culo.
Un d铆a un hombre sali贸 a pescar muy animado. Las condiciones clim谩ticas eran perfectas. Subi贸 a su bote, comenz贸 a remar y lanz贸 el ancla cerca de la orilla.
Prepar贸 el hilo, la carnada y, antes de pescar, hizo una oraci贸n para lograr una gran pesca. Luego puso manos a la obra.
A unos metros de distancia, una persona lo observaba atentamente. Not贸 que, cuando el pescador sacaba un pez, lo med铆a y dec铆a: “Este mide 15 cm”, y luego lo colocaba en un balde. Unos minutos m谩s tarde, lo vio sacar otro pez y colocarlo tambi茅n en el balde.
Sin embargo, la persona que lo observaba not贸 que el pr贸ximo pez era muy grande, m谩s del triple del tama帽o de los que hab铆a sacado anteriormente. Sorprendido, lo oy贸 decir: “Este es muy grande”, y lo vio lanzarlo nuevamente al agua.
El pescador repiti贸 esto varias veces, lo que llam贸 poderosamente la atenci贸n del observador, quien decidi贸 acercarse a preguntar. “Not茅 que ha tenido una muy buena pesca, pero que los peces bien grandes los devuelve al agua. ¿Por qu茅 no lanza los m谩s peque帽os?”
El pescador respondi贸: “Es que los peces grandes no entran en el sart茅n de mi casa, que tiene 16 cent铆metros de di谩metro”.
Muchas veces pedimos a Dios que nos d茅 grandes bendiciones, pero no estamos listos para recibir todas las cosas buenas que tiene para nosotros. Muchas veces ni pedimos.
Muchas veces nos amoldamos a un terreno peque帽o de influencia y toleramos la incomodidad, cuando hay l铆mites que est谩n de m谩s.
¿Cu谩nto mide tu terreno? ¿Cu谩nto mide tu sart茅n?
“Forma parte del plan de Dios concedernos, en respuesta a la oraci贸n hecha con fe, lo que no nos dar铆a si no se lo pidi茅semos as铆” (La oraci贸n, p. 48).

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